La Sección de Apelación de la Justicia Especial de Paz (JEP) rechazó las solicitudes de sometimiento a esta jurisdicción, presentadas por el exdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), general en retiro Miguel Maza Márquez y por el excongresista liberal, Alberto Santofimio Botero, quienes fueron condenados por la Corte Suprema de Justicia por el homicidio del líder político Luis Carlos Galán Sarmiento.
Según afirmó el presidente de la Sección de Apelación de la JEP, Magistrado Eduardo Cifuentes, la jurisdicción “se apoyó en las sentencias de la Corte Suprema de Justicia -cosa juzgada- que condenaron a Maza Márquez y a Santofimio Botero, por considerar que el delito cometido contra el líder político Luis Carlos Galán Sarmiento se produjo por razones de narcotráfico y sin ninguna relación con el conflicto armado”.
El magistrado Cifuentes advirtió además que en cuanto al delito de concierto para delinquir por el que también fue condenado Maza Márquez, “la Sección de Apelación devolvió el proceso a la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas para que decida sobre su sometimiento, en su condición de ex director del DAS, como compareciente voluntario en este caso”.
Cifuentes acotó que se encontró que habría conexión del ex director del DAS, con el conflicto frente al delito de concierto para delinquir “en relación con los grupos paramilitares del Magdalena Medio”.
Crimen
Hacia las once de la noche del 18 de agosto de 1989 se confirmó la muerte de Luis Carlos Galán en el hospital de Kennedy, en el sur de Bogotá.
En 2016 el Consejo de Estado declaró el crimen de Galán como un delito de lesa humanidad, por el que hasta el momento han sido condenados como coautores intelectuales Alberto Santofimio y Miguel Maza Márquez.
Luis Carlos Galán sabía que lo iban a matar. Así se lo dijo a su familia y así lo reconoció en una entrevista hecha por el periodista Jorge Enrique Pulido y publicada a través de RCN Radio.
La forma de rechazar abiertamente la acción de los narcotraficantes, convirtió al precandidato liberal en un riesgo para los intereses del crimen organizado.
Las amenazas, algunas de las cuales ya habían sido concretadas en personas como Guillermo Cano y Rodrigo Lara Bonilla, volvieron a escucharse por parte de Pablo Escobar, la misma persona que durante 1989 puso en jaque a todo un país.
El 6 de agosto de 1989, luego de salvarse de un atentado que con un lanza misiles pretendían concretar en su contra, Galán señaló que, a pesar de la situación, los criminales no se podían doblegar a todo un país.
Disparos
Eran las 9 y 50 minutos de la noche del 18 de agosto de 1989. El escenario, la plaza principal del municipio de Soacha. El evento, una concentración política para escuchar a quien se perfilaba como el ganador de las elecciones presidenciales de 1990.
Un minuto transcurrió entre el descenso de Luis Carlos Galán del vehículo en el que llegó al lugar y la tarima en donde finalmente pronunciaría su discurso y a la que llegó casi cargado por quienes acompañaban la manifestación política.
El precandidato liberal alcanzó a dirigir unas palabras cuando se escuchan las ráfagas, el intercambio de disparos, los gritos y la confusión.