El informe de la Comisión de la Verdad, denominado “Los obstáculos para la continuidad de los procesos de paz en Colombia”, reveló las motivaciones políticas detrás de la captura de ‘Jesús Santrich’ por parte de la Fiscalía.
Según el informe, el entrampamiento contra Santrich «desató un nuevo ciclo de violencia y puso en riesgo la implementación del Acuerdo de Paz. Al mismo tiempo, empujó a cientos de exguerrilleros a retornar a las armas y envió a la ciudadanía el mensaje de que el Acuerdo de Paz había fracasado».
La Comisión reveló que alias ‘Jesús Santrich’, habría sido inducido a cometer delitos que lo llevaron a desertar definitivamente del Acuerdo de Paz.
«En la operación de inducción habría participado la DEA y la Fiscalía, dirigida entonces por Néstor Humberto Martínez», señala el informe.
Asimismo detalló el papel de Marlon Marín, sobrino del exjefe negociador de las Farc, en su intención de conducir a su tío o, en su defecto, a ‘Jesús Santrich’ a que se involucraron en un negocio ilícito que deslegitimara el proceso. Asimismo, el documento deja claro que la DEA diseñó la operación, ejecutada por Marín y el coronel retirado del Ejército.
Según un artículo publicado por la Revista Cambio, «la operación de entrampamiento se valió de una histórica fractura entre ‘Timochenko’ e ‘Iván Márquez’. Esta fricción entre el comandante de la guerrilla y el jefe negociador del Acuerdo de Paz fue vista como una oportunidad por las agencias de inteligencia estadounidenses que, desde antes de 2016, ya tenían ubicado su objetivo: Luciano Marín, más conocido como Iván Márquez».
«La vía para llegar a él fue su sobrino Marlon Marín, quien era conocido como ‘Pirulo’ en las Farc pero nunca perteneció a la organización. Marín era un negociante inescrupuloso que básicamente traficaba favores valiéndose de su lazo familiar con el comandante guerrillero. Según los testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad, Marlon Marín servía de apoyo en algunas tareas y, al parecer, habría colaborado con la DEA desde 2015, cuando recibió la visa americana», agrega Cambio.
“Según relata un exalto funcionario, Néstor Humberto Martínez, fiscal general, le pidió cita al presidente durante el segundo semestre de 2017 para contarle sobre interceptaciones en las que Marín estaba haciendo tráfico de influencias con la plata de la paz. Como se trataba de plata internacional, era muy delicado porque involucra recursos de la Comunidad Internacional que apoyó el proceso. Aparte de lo anterior, Néstor Humberto Martínez menciona, tanto en su libro, como en una carta dirigida al presidente Juan Manuel Santos el 19 de octubre de 2017 que estaban investigando a Marín”, cita el informe.
La Comisión de la Verdad también reveló una carta de 2017 que fue entregada a Iván Cepeda en la que le advierten de una operación de desprestigio: “están siendo objeto de seguimientos y de interceptaciones técnicas por parte de un grupo especial conformado por funcionarios del CTI de la Fiscalía General de la Nación y coordinados bajo la supervisión de la DEA en Colombia, esta unidad se llama Grupo SIU (Special Investigative Unit), cuya misión es la de recaudar pruebas para relacionarlos con la actividad de narcotráfico y lavado de activos de las bandas criminales que operan en el país”.
En la carta se lee que, “posiblemente les van a hacer montajes para relacionarlos en conductas de crimen organizado y concierto para delinquir. Este grupo está siendo dirigido por Mauricio Nieto, quien es funcionario del CTI y hermano del general Nieto, director de la Policía Nacional. Este grupo opera por fuera de la Fiscalía General de la Nación, tienen plena autonomía operativa y los equipos de interceptación y técnicos son móviles y cuentan con inmunidad y protección del gobierno de los Estados Unidos”.