La Diócesis de Eldoret se encuentra en Kenia occidental, en la zona que hace frontera con Uganda. Entre sus 2,2 millones de habitantes hay más de medio millón de católicos.
Los principales problemas a los que se enfrenta la Iglesia en la región son la falta de educación religiosa entre los fieles, la poligamia y la pobreza, razón esta última por la que también la Iglesia dispone de pocos recursos. En vista de ello, los sacerdotes afrontan grandes desafíos. Para la solución de los primeros dos problemas, una buena formación de los sacerdotes es la condición básica más importante.
Actualmente, 81 jóvenes de la diócesis se preparan para ser sacerdotes. Para ello estudian en diferentes seminarios de este país de África Oriental, ya que la Diócesis de Eldoret no tiene su propio seminario mayor. También este año hubo motivos de gran alegría, pues se ordenaron nueve diáconos y nueve sacerdotes, y el relevo generacional sigue aumentando: al comienzo del nuevo año académico, dieciséis jóvenes iniciaron su formación sacerdotal.
Además de estudiar Teología y Filosofía, los seminaristas adquieren experiencia práctica en la pastoral, pues durante los tres meses de las vacaciones de verano trabajan en las parroquias. Allí visitan a los creyentes en sus casas, comparten con ellos sus alegrías y penas y rezan con ellos. Además, trabajan con los jóvenes; visitan a ancianos y a enfermos, a los que a menudo llevan la comunión, consuelan y escuchan, y preparan la celebración de la Misa. También imparten el Catecismo y asisten al sacerdote como acólitos, lo cual despierta en ellos un mayor amor y una comprensión más profunda de la liturgia.
Sin embargo, su formación cuesta dinero: hay que pagar el material didáctico, las tasas de matrícula, los gastos de viaje, los libros de oración y breviarios, las sotanas y otras prendas de vestir, la comida, la electricidad, la atención médica y mucho más.
Fuente y foto: ACN Colombia