La actividad humana es la responsable del avance del cambio climático y de las altas temperaturas, según dos estudios que publica la revista Nature sobre los años más calurosos jamás registrados y la conocida como “huella de nitrógeno”.
Un estudio del Instituto de Potsdam (Alemania) para la investigación del impacto climático (PIK en sus siglas en inglés) revela que los últimos años caracterizados por elevadas temperaturas se deben con “gran probabilidad” a la influencia que tiene el hombre sobre el medio ambiente.
La investigación, realizada por un grupo internacional de científicos, concluye que son “muy reducidas” las posibilidades de que se hubieran producido trece de los quince años más calurosos si no fuera por las emisiones de gases de efecto invernadero.
“2015 es el año más cálido que se ha registrado y esto no se debe a una casualidad”,apuntó el coatuor del documento, Stefan Rahmstorf, quien remarcó que “el riesgo de calor extremo se ha multiplicado debido a la repercusión que tiene la actividad humana sobre la Tierra”.
El análisis, que combina datos empíricos con simulaciones de ordenador sobre el clima, permite discernir entre la variabilidad climática natural y la influencia sobre las temperaturas que provoca el cambio climático causado por humanos.
Para Rahmstorf, el calentamiento global “puede explicar” la tendencia de los últimos años a altas temperaturas, además de contribuir “tristemente” al“incremento de sequías e incendios”.
Otro estudio de la Universidad de Sydney reveló que Estados Unidos, China, India y Brasil son responsables del 46 % de las emisiones mundiales de nitrógeno, un gas procedente de la actividad agrícola, energética y del transporte que afecta al cambio climático.
El centro elaboró la primera “huella de nitrógeno” a nivel global, gracias a la que se puede conocer la cantidad de emisión de este gas en hasta 188 países.
La indagación evidenció además que países en vías de desarrollo como China, India, Pakistán y Tailandia lanzan a la atmósfera grandes niveles de nitrógeno a través de sus exportaciones de comida, textiles y prendas de vestir, lo que supone que emiten diez veces más que los países más pobres.
En terreno europeo, el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania intercambian entre ellos cantidades elevadas de emisiones de nitrógeno que van incorporadas en productos alimenticios procesados.
Uno de los responsables del estudio, el profesor Manfred Lenzen, subrayó que la polución de nitrógeno es ya un problema relevante porque los países, aparte de consumirlo, también lo producen de forma sintética.
“Las emisiones de nitrógeno aumentan conforme aumenta la población, por eso, se necesitan políticas que integren las cadenas de suministro a nivel mundial con el fin de reducir la contaminación”, concluyó.
Por EFE