La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ha propuesto reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa. Este cambio, que aún requiere revisión por parte de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, podría tener efectos profundos y variados a lo largo de todo el país.
El plan de la DEA de trasladar la marihuana de la Lista I a la Lista III de sustancias controladas, implica un reconocimiento de sus usos médicos y un potencial de abuso significativamente menor comparado con drogas más severas como la heroína y el LSD. Sin embargo, es crucial notar que este cambio no equivale a una legalización completa para su uso recreativo.
En la Lista III hay sustancias como la ketamina y algunos esteroides anabólicos, siguiendo una recomendación del Departamento de Salud y Servicios Humanos federal.
Según fuentes cercanas a la agencia The Associated Press, este es el último gran paso regulatorio antes de que pueda efectuarse este cambio histórico. Una vez aprobado por la OMB, la DEA iniciará un período de comentarios públicos antes de emitir una regla final.
Este cambio sigue a una solicitud del presidente Joe Biden en octubre de 2022, quien también ha tomado medidas para indultar a miles de personas condenadas a nivel federal por posesión simple de marihuana. Biden ha expresado su deseo de aliviar las consecuencias duraderas de las condenas por marihuana, señalando que estas han creado barreras innecesarias en el empleo, la vivienda y la educación para muchas personas.
La propuesta podría beneficiar políticamente a Biden, especialmente en un año electoral, ayudándole a reforzar el apoyo entre los votantes más jóvenes. Sin embargo, la reclasificación sigue dejando a la marihuana como una sustancia controlada bajo las normas de la Lista III, lo que significa que el tráfico ilegal de esta droga continuará siendo procesado.
A nivel estatal, la política federal ha estado considerablemente atrasada, con 38 estados que ya han legalizado la marihuana medicinal y 24 el uso recreativo. La industria de la marihuana, valorada en casi 30 mil millones de dólares, se ha beneficiado de la legalización estatal y podría ver un impulso aún mayor con una relajación de las regulaciones federales, lo que también podría aliviar las elevadas cargas fiscales que enfrentan las empresas del sector.
Asimismo, la reclasificación podría facilitar la investigación sobre la marihuana, permitiendo más estudios clínicos autorizados, una tarea complicada bajo su actual clasificación como droga de Lista I.
Aunque es probable que los efectos inmediatos en el sistema de justicia penal del país sean moderados, dado que los procesamientos federales por posesión simple ya son raros, la medida es vista como un paso adelante hacia la corrección de políticas fallidas del pasado.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely