Luego de la reunión que mantuvieron el presidente Gustavo Petro y su homólogo, Nicolás Maduro, donde se abordó el tema de la mesa de diálogo con el ELN, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, mostró su inconformismo con esta participación.
Estas declaraciones se dieron en el marco de una ponencia que realizó el expresidente en Valencia, España, donde también abordó temas internacionales como los ocurridos en Perú, Brasil y Nicaragua.
«Colombia pasó las líneas rojas frente a las Farc, en eso tuvieron incidencia los mediadores ideológicos Cuba y Venezuela. ¿Cuáles líneas rojas?, pues hubo impunidad total, elegibilidad de terroristas aún sin cumplir penas alternativas, firmaron un acuerdo incumplible», señaló Uribe.
Para el expresidente, «el acuerdo con las Farc no trajo la paz, los cultivos de coca pasaron de 48.000 a 220.000 hectáreas. Si sumamos los reincidentes y los nuevos criminales, superan el número de desmovilizados de las Farc. El país entró en una extorsión generalizada».
Ante esto, el exmandatario fue crítico con la inclusión de Venezuela como país garante en las negociaciones de paz con el Gobierno Nacional, catalogando como peligrosa esta intervención.
«El Gobierno de Venezuela puede ser efectivo para que el ELN, la guerrilla con la cual ahora se pretende negociar, acepte cesar acciones criminales, lo que llaman y yo no estoy de acuerdo con esa denominación, el cese bilateral. Esa mediación de Venezuela también es un peligro para un acuerdo final que termine en sumisión», afirmó Uribe.
En la misma línea señaló que ni el expresidente Iván Duque, ni el actual presidente, Gustavo Petro, tienen la culpa de las masacres que suceden hoy en día, sin embargo Uribe sí culpa a los acuerdos a los que se llegó antes con las Farc.
«La paz estable reposa en el equilibrio entre la seguridad con libertades, la fortaleza de una economía privada con inclusión, sostenibilidad ambiental y la cohesión social», finalizó el exsenador.
Precisamente el Gobierno Nacional se reunirá de forma extraordinaria con la guerrilla del ELN en Caracas, donde buscará bajar los ánimos ante las recientes declaraciones de esta organización.