De acuerdo con el último boletín emitido por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), y predicciones de centros meteorológicos internacionales, como el Centro de Predicción Climática (CPC), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI), las condiciones del fenómeno La Niña continuarían presentes hasta el primer trimestre del 2021.
Con relación a lo anterior, el director de gestión del riesgo en Casanare, Guillermo Pérez, manifestó que todas las entidades que constituyen el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRG), alcaldes, consejos de gestión del riesgo, entidades públicas y privadas, así como comunidad en general, deben mantener activos sus instrumentos de planificación para prevenir y atender cualquier situación que pueda presentarse.
“Estamos pasando por una época en donde los suelos son más susceptibles a movimientos de tierra, pues se encuentran saturados por la cantidad de lluvia recibida”, indica Pérez.
El funcionario agregó que continúa la probabilidad de otros eventos como inundaciones, avalanchas o avenidas torrenciales, crecientes súbitas y socavación de zonas ribereñas a afluentes, por lo cual debemos permanecer atentos y tomar medidas preventivas.
Explicó además, que aunque el fenómeno natural se extendería hasta el primer trimestre del 2021, el departamento de Casanare no se verá impactado en este lapso, dado que para entonces, se acentúa la temporada seca. No obstante, todo el esfuerzo debe mantenerse en lo que resta de noviembre y parte de diciembre.
Eventos asociados al fenómeno La Niña
En el tema de inundaciones actualmente los ríos presentan altos niveles en sus caudales, por tanto se recomienda mantener el monitoreo permanente sobre los caudales, incluidas quebradas y caños, pues los desbordamientos de dichas fuente hídricas son las principales responsables de pérdidas de animales, cultivos y afectación de viviendas.
Otro punto a tener en cuenta son las avenidas torrenciales. En este punto la recomendación apunta a mantener el monitoreo constante, dado que el ascenso de los niveles de las quebradas y ríos pueden ser súbitas, dependiendo de la intensidad de las lluvias; especialmente en zonas de montaña.
En lo atinente a los movimientos en masa, juega un papel determinante la saturación alta del terreno, producto de las constantes lluvias. Esta situación puede generar inestabilidades en los taludes, por lo que se recomienda realizar actividades de monitoreo continuo, especialmente en aquellas zonas que se hayan identificado históricamente con la problemática.
Un fenómeno natural, igualmente de mucho cuidado, son los vendavales. Se asocian a cambios bruscos de temperatura. Ocurre principalmente después de un día caloroso, que se interrumpió por nubes de gran tamaño y lluvias. Se recomienda identificar las infraestructuras que se requieren ser aseguradas y asegurarlas.
Tampoco se pueden soslayar el tema de las tormentas eléctricas, que se caracterizan por la aparición de rayos y el sonido de truenos. La intensa humedad ambiental hace que el ambiente se torne inestable, lo que desencadena este fenómeno natural.
Finalmente están los accidentes de tránsito. El mayor número de estas eventualidades están asociados a las condiciones atmosféricas, que afectan la visibilidad en las carreteras por nubosidad, o por lluvias. Se recomienda identificar, a nivel departamental, tramos de mayor accidentalidad vial y poner en marcha las medidas de seguridad vial.