La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha decidido activar el Protocolo de Seguridad Planetaria tras la detección de un asteroide que representa un riesgo potencial para la Tierra. Según los análisis iniciales, el objeto, identificado como 2024 YR4, tiene un 1,2 % de probabilidad de colisionar con nuestro planeta el 22 de diciembre de 2032.
Ante esta situación, expertos internacionales han comenzado a movilizarse. Este martes, un grupo de especialistas liderado por la NASA sostuvo una reunión de emergencia, mientras que la Agencia Espacial Europea (ESA) hará lo propio el miércoles en Viena, en un esfuerzo por coordinar estrategias de monitoreo y posibles respuestas.
Un objeto en la mira de la ciencia
El asteroide 2024 YR4 fue detectado a finales de 2024 mediante el telescopio ATLAS, ubicado en Chile. Con un diámetro estimado de entre 40 y 100 metros, el cuerpo celeste se encuentra actualmente a unos 43 millones de kilómetros de la Tierra. Su órbita altamente excéntrica dificulta las predicciones sobre su trayectoria futura, lo que ha generado especial atención entre los astrónomos.
Desde enero de 2025, la ESA ha intensificado las observaciones del asteroide, elevando la probabilidad de impacto al 1,2 %. Estas estimaciones han sido verificadas de manera independiente por el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA y el sistema NEODyS. Como resultado, 2024 YR4 ha sido clasificado en el nivel 3 de la Escala de Turín, un indicador que sugiere la necesidad de un seguimiento detallado tanto por la comunidad científica como por el público.
Monitoreo continuo y perspectivas
A medida que el asteroide continúa su trayecto, los especialistas advierten que la probabilidad de impacto podría variar con nuevas observaciones. De hecho, la ESA ha señalado que, en casos similares, los cálculos iniciales tienden a sobrestimar el riesgo antes de que datos adicionales permitan descartarlo.
Para mejorar la precisión de los análisis, la ESA coordina esfuerzos con diversos observatorios alrededor del mundo. En los próximos meses, a medida que el asteroide se aleje de la Tierra y se torne menos visible, se emplearán telescopios de mayor potencia, incluido el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile, con el objetivo de recabar la mayor cantidad de información posible.
Si bien el riesgo de impacto sigue siendo bajo, la activación del Protocolo de Seguridad Planetaria marca un hito en la cooperación internacional frente a amenazas provenientes del espacio. En los meses venideros, la comunidad científica continuará evaluando el caso, en espera de una mejor comprensión de la trayectoria y posible evolución del asteroide.
Fuente: Sistema Integrado Digital – RCN Radio – Flor Angie Baena