La oposición venezolana se alzó con el control del parlamento, por primera vez en 16 años de gobierno chavista al obtener al menos 99 de 167 diputados, un voto castigo a la gestión del presidente Nicolás Maduro por la severa crisis económica que agobia al país.
El oficialismo chavista logró 46 escaños, en tanto que aún quedan por dirimir 22 curules, aunque los resultados son “irreversibles” escrutados el 96% de las mesas electorales, anunció la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
“Hemos venido con nuestra moral, con nuestra ética, a reconocer estos resultados adversos, a aceptarlos y a decirle a nuestra Venezuela que ha triunfado la Constitución y la democracia”, dijo Maduro en una alocución televisiva, al reconocer la contundente derrota inmediatamente después del anuncio oficial.
Fuegos artificiales estallaron en algunas zonas del país. En Chacao, este de Caracas, bastión de la oposición, sonaron cacerolas de júbilo.
“Hoy ha comenzado el cambio en Venezuela”, dijo Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha), que siempre figuró en las encuestas como favorita para lograr la mayoría en el parlamento que se instalará el 5 de enero.
Más de 19,5 millones de venezolanos estaban llamados una Asamblea Nacional dominada por el oficialismo de izquierda desde que en 1999 llegó al poder Hugo Chávez, fallecido en 2013.
El triunfo de la oposición en Venezuela se suma a la serie reciente de derrotas electorales de la izquierda en países de América Latina, revirtiendo la tendencia que se inició con la elección de Hugo Chávez a fines de 1998.
En Argentina, el candidato de centroderecha Mauricio Macri ganó las elecciones poniendo fin a 12 de gobierno kirchnerista, gran aliado del chavismo venezolano. Si bien no hay elecciones presidenciales en los próximos meses en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff enfrenta una fuerte caída de popularidad y un juicio político que podría culminar en su destitución.
Comenzó “el cambio” en Venezuela, celebra jefe de coalición opositora
La contundente victoria de la oposición de Venezuela en las elecciones parlamentarias de este domingo representa el inicio de un “cambio” político en este país altamente polarizado, dijo el jefe de la coalición opositora MUD, Jesús Torrealba.
“La unidad está fortalecida, vamos a celebrar esta victoria en paz. Hoy ha comenzado el cambio en Venezuela, no hay una mayoría que quiera aplastar a una minoría”, dijo el dirigente después de conocerse el resultado parcial que le dio 99 de 167 diputados.
Tintori: “No voy a descansar hasta liberar a todos los presos políticos”
Lilian Tintori, esposa del encarcelado líder opositor radical Leopoldo López, aseguró que no descansará hasta lograr la liberación de los presos políticos, cuando la oposición pasa a dominar el Parlamento y promete una ley de amnistía.
“No voy a descansar hasta liberar a todos los presos políticos”, declaró Tintori desde el comando de campaña de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pocos minutos después de ser anunciado su triunfo en las elecciones de este domingo.
La MUD obtuvo al menos 99 curules frente a 46 del Partido Socialista Unido de Venezuela, de un total de 167 diputados, según el primer informe del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Tras contabilizarse 96,03% de las mesas, falta por dirimir 22 escaños.
Tintori insistió en que este domingo constituye “un día histórico para Venezuela”, en el cual el electorado opositor “demostró que sí se puede lograr el cambio” frente al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Por su parte, el diputado electo por la oposición Henry Ramos Allup aseguró que la amnistía a los presos políticos “se aprueba de todas todas”.
López votó el domingo, confirmaron sus abogados.
La oposición venezolana sostiene que hay 75 presos políticos entre líderes políticos y estudiantiles.
Oposición anticipó triunfo en elecciones legislativas de Venezuela
Los venezolanos aguardaban nerviosos este domingo los resultados de los comicios legislativos en los que la oposición anticipó el triunfo que le daría el control parlamentario, por primera vez en 16 años de gobierno chavista.
Líderes de la oposición proclamaron un triunfo en las redes sociales, en tanto que ninguno de los máximos dirigentes oficialistas había aparecido en la televisión en las últimas horas, tras el cierre de las urnas de estas elecciones con tintes de plebiscito para el gobierno de Nicolás Maduro.
Las calles lucían desoladas. Los venezolanos esperaban frente al televisor una declaración del Consejo Nacional Electoral (CNE), en cuya sede permanecía impaciente una batería de periodistas venezolanos y extranjeros, al igual que en los comandos de la oposición y el chavismo.
“Los resultados son los esperados! Ganó Venezuela! Irreversible! Con mucha humildad, serenidad, madurez, asumamos lo que el Pueblo decidió!”, escribió el líder opositor Henrique Capriles en su cuenta de Twitter.
Lilian Tintori, esposa del líder opositor radical Leopoldo López, divulgó un video en las redes sociales donde eufórica dijo que la oposición ganó “por muchísimo”.
Autorizado por el propio Maduro, López votó en la cárcel de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, donde purga casi 14 años de prisión acusado de promover la violencia en protestas que dejaron 43 muertos en 2014.
Más de 19,5 millones de venezolanos estaban llamados a elegir 167 diputados de una Asamblea Nacional dominada por el oficialismo de izquierda desde que en 1999 llegó al poder Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Maduro prometió respetar los resultados. La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha) figuró en las encuestas como favorita para lograr la mayoría en el parlamento que se instalará el 5 de enero.
La jornada transcurrió en calma, pero se tensó cuando CNE extendió por una hora -hasta las 19H00 locales (23H30 GMT)- el cierre de los centros de votación, una decisión que la oposición calificó de “violatoria” de la ley.
“Hacemos un exhorto para que continuemos como venimos, sin machas, sin amenazas, sin disturbios en las calles”, dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, al confirmar que el país está “completamente en calma”.
En otro momento de crispación, el CNE revocó la credencial de observador del expresidente boliviano Jorge Quiroga, al rechazar críticas de éste a los comicios; tras lo cual el jefe parlamentario y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, pidió la expulsión de exgobernantes latinoamericanos invitados por la MUD.
– Hartos de las colas –
Maduro, quien asumió el poder en abril de 2013 tras la muerte de su mentor, consideró que la derrota se debió a la “guerra económica” contra el país, en medio del descontento por el alto costo de vida y la aguda escasez que provoca colas inmensas en los supermercados.
“El papel sanitario no se consigue. No se puede votar por el gobierno cuando hay problemas para sobrevivir”, dijo Filros Guzmán, un camarero de 24 años que siempre había votado por el chavismo.
Orlando Apitz, de 54 años, asistente de abogado, dijo esperar un “cambio como en Argentina” porque está “harto de las colas y los malandros (delincuentes)”. Venezuela es el segundo país más violento del mundo después de Honduras, con una tasa de homicidios de 62 por cada 100.000 habitantes, según la ONU.
Venezuela – el país con las mayores reservas del mundo que obtiene del petróleo 96% de sus divisas- cerrará 2015 con una contracción económica de 10% y una inflación de 200%, según economistas.
Un estricto sistema de control de divisas -con tres tasas de cambio- convive con un mercado negro donde el dólar se cotiza 145 veces más que el mínimo legal.
Invocando el legado de Chávez, el oficialismo apostó sin éxito al voto duro del chavismo para profundizar las medidas económicas el sistema socialista.
– Lo que está en juego –
Pese a ser parlamentarios en un régimen presidencialista, estos comicios eran cruciales.
“Dejarán una recomposición de fuerzas políticas y permitirán que la voluntad de castigo se pueda expresar”, declaró a AFP el analista Nicmer Evans, afín a Chávez pero crítico de Maduro.
Apartando por ahora sus divisiones, la MUD promete dar un viraje económico desde la Asamblea e impulsar una amnistía para unos 75 “presos políticos”, sin descartar una salida anticipada del presidente.
El analista Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, teme un “choque de trenes” si se imponen los opositores radicales.
Pero las legislativas representaban, según el politólogo John Magdaleno, la posibilidad de un “contrapeso” en un Estado cuyos poderes “están totalmente controlados por el oficialismo”.
Los escenarios van de una radicalización de los bandos, con estallidos de violencia, hasta la posibilidad de que abran por fin la puerta a la concertación.
Por AFP y EFE