En su declarada guerra contra el Estado colombiano, Pablo Escobar Gaviria conformó una red de sicarios para cumplir sus más oscuros deseos. Y es que el jefe del Cartel de Medellín quería hacer el mayor daño posible para que el Estado cesara su persecución y le pusiera punto final al proyecto para buscaba la extradición de nacionales por temas relacionados con el narcotráfico.
Detrás de ellos estuvieron los magnicidios del candidato presidencial, Luis Carlos Galán; el director del diario El Espectador, Guillermo Cano Isaza; el ministro de Justicia, Rodrigo Lara Restrepo; y el procurador General, Carlos Mauro Hoyos, entre muchísimos otros.
Escobar, en su intento por arrodillar al Estado, no tuvo piedad a la hora de ordenar asesinatos selectivos y la ubicación de carros bomba en Bogotá y Medellín. Tampoco tuvo ningún temor para planear los secuestros de figuras públicas relacionadas con las altas esferas del poder y familias reconocidas.
Estas acciones movieron los cimientos de la democracia y pusieron al Estado en “jaque” ante las constante amenazas y el ambiente de temor constante que existía.
Los historiadores de la mafia en Colombia siempre han ubicado a Carlos Mario Álzate Uequijo, ‘El Arete’ como uno de los hombres más sanguinarios y peligrosos del Cartel de Medellín. Es considerado como unas de las personas más cercanas a Pablo Escobar, demostrándole una fidelidad sin límites.
En su “haber criminal” tiene un registro de 300 muertos, puesto que era uno de los principales responsables de la instalación y activación de los “carros bomba”. ‘Arete’ se sometió a las autoridades judiciales en febrero de 1993.
En sus declaraciones, admitió su responsabilidad por el atentado al avión de Avianca que explotó en el aire en la mañana del 27 de noviembre de 1989. El plan –según revelaron los sicarios- tenía como plan acabar con la vida del candidato presidencial Cesar Gaviria Trujillo.
En la acción murieron 101 pasajeros y los seis tripulantes. Por aceptar su participación en estos hechos, y colaborara con las autoridades para colaborar con información, ‘Arete’ fue sentenciado a ocho años de prisión.
El día que salió de la cárcel de Itagüí (Antioquia) fue baleado. Desde ese día poco o nada se sabe de su paradero. Pese a que fue dado por muerto no hay ningún registro de su defunción. Las autoridades han tenido evidencias que lo ubican en España.
En 2016, un grupo de investigadores recibieron unos correos electrónicos de una persona que se presentó como Álzate y quien manifestó su deseo de colaborar con las autoridades judiciales. Sin embargo, hasta la fecha, nunca se pudo comprobar su plena identidad.
Diez cadenas perpetúas
Dandenis Muñoz Mosquera, ‘La Quica’, uno de los sicarios más temidos del Cartel de Medellín. Tiene en sus registros el asesinato de cincuenta integrantes de la Fuerza Pública en la puesta en marcha de una de las estrategias más criminales de Escobar para aterrorizar.
‘La Quica’ utilizó toda su mente criminal con el fin de evadir a las autoridades. Pese a que fue capturado en dos oportunidades siempre se logró escapar sobornando a los guardias de seguridad. Sin embargo, el 16 de enero de 1991 fue capturado por las autoridades en una finca en el municipio de San Rafael, en el oriente de Antioquia.
En su contra existían procesos por diferentes delitos: hurto de automotores, homicidio, fuga de presos, lesiones y porte ilegal de armas. Esto por las acciones terroristas en Bogotá y Medellín, la masacre de Candelaria y los ataques sistemáticos contra la Fuerza Pública.
Las autoridades de los Estados Unidos también lo requerían por la explosión del avión de Avianca. En ese país recibió una sentencia de diez cadenas perpetúas. Pese a que siempre negó su responsabilidad en los hechos la justicia de ese país siempre lo vinculó con la planeación y ejecución del acto terrorista.
Fue trasladado en un principio a la cárcel de máxima seguridad de ADX Florence en Colorado. En 2010 fue trasladado a una cárcel de a Costa Este para que siga cumpliendo su sentencia.