La Bestia. Así fue el alias con el que empezó a ser reconocido Luis Alfredo Garavito, uno de los asesinos en serie más crueles de Colombia. Y no era para menos pues resultó ser el responsable de al menos 142 violaciones y asesinatos de menores de edad.
Su atroz prontuario se extendió por once departamentos, algo que le valió ser reconocido como el mayor violador y asesino en serie del país. Durante de la década del 90, el quindiano sembró el terror por el país dejando cientos de familias en medio de la tristeza por la pérdida de un ser querido.
A sus 63 años, purgando una serie de condenas por las violaciones y homicidios que cometió, Garavito está ‘pagando en vida’ por lo que hizo en contra de indefensos menores de edad.
En marzo pasado, se conoció que Luis Alfredo Garavito debió ser llevado a un centro asistencial luego de presentar cansancio y debilidad. Tras practicarle una serie de exámenes le fue diagnosticada leucemia.
Con esa enfermedad, la Bestia ha tenido que vivir un tipo de cáncer que da en la sangre y que tiene su origen en la médula ósea.
En medio de los dolores y malestares propios del cáncer, Garavito debió abandonar su celda para tomar como su nueva prisión el área de sanidad de la cárcel de máxima seguridad de La Tramacúa en Valledupar (Cesar).
Aunque hace unos años se hablaba que a Garavito lo mantenían en una celda donde no podía ni tomar el sol y hasta le probaban la comida para evitar que fuera envenenado, lo cierto es que El Tiempo confirmó en las últimas que sigue su tratamiento contra el cáncer en dicha unidad de sanidad de La Tramacúa.
Pese a que este año se habló de la posibilidad de que Garavito pidiera la revisión de su condena para poder quedar en libertad, no hay nada de momento en marcha. Sus abogados no han elevado ninguna solicitud ante las autoridades.