El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó este domingo a su par colombiano, Iván Duque, de estar detrás de un plan que pretende generar una confrontación militar entre las Fuerzas Armadas de ambas naciones, en el marco de un operativo venezolano contra grupos armados irregulares en la frontera.
«Mucho cuidado en caer en provocaciones o crear provocaciones, porque quieren escalar a un conflicto militar entre fuerzas de Colombia y de Venezuela», advirtió el gobernante venezolano a los jerarcas de la Fuerza Armada de su país, entre ellos el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, que le acompañó en una alocución televisada.
«Es lo que llaman en la geopolítica la guerra de perros, y (el presidente colombiano Iván) Duque está metido hasta los teque (fondo) en este plan de escalar una confrontación violenta, porque la viene buscando», añadió.
Maduro hizo estas declaraciones mientras repasaba el operativo de la Fuerza Armada venezolana contra grupos armados irregulares en el estado occidental de Apure, fronterizo con Colombia, que de acuerdo con algunas oenegés son disidencias de desmovilizada guerrilla colombiana de las FARC.
El mandatario insistió en su denuncia de que estos grupos armados cuentan con el «el apoyo del Comando Sur» de Estados Unidos y del Gobierno de Colombia, dos países con los que Venezuela no tiene relaciones amistosas.
«A esta hora el Comando Sur y el Gobierno de Colombia deben estar preparando acciones de venganza contra las unidades militares en esa zona (de Venezuela)», dijo Maduro.
«Quieren escalar un ataque poderoso a la unidad militar, una masacre contra nuestra Fuerza Armada (que genere) una respuesta contundente y comience entonces una confrontación directa entre las fuerzas militares de Colombia y las fuerzas de Venezuela«, insistió.
Como consecuencia de los combates en Apure, que se iniciaron el domingo de la semana pasada, dos militares venezolanos resultaron muertos, 6 terroristas fueron «neutralizados» y otros 27 sospechosos fueron capturados y puestos a las órdenes de un tribunal militar, dijo el sábado Padrino.
Los enfrentamientos también han dejado casi 4.000 desplazados venezolanos, que se trasladaron hasta Colombia huyendo de la violencia, aunque Padrino ha dicho que la mayoría de ellos han comenzado a retornar porque en la zona en la que se efectuaron los primeros combates «todo está asegurado».
Pero la oposición de Venezuela que se agrupa bajo la figura del dirigente Juan Guaidó, a quien varios países reconocen como presidente interino del país, ha pedido investigar los supuestos excesos de los militares contra la población civil, después de la muerte de cinco personas que, aseguran activistas de derechos humanos, eran campesinos y fueron presentados como combatientes.
En ese sentido, la exdiputada opositora Delsa Solórzano dijo el sábado que había remitido un informe a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, donde recoge testimonios de presuntas violaciones a los derechos fundamentales durante una operación militar en El Ripial, donde aparecieron los cinco cuerpos sin vida.