En medio de la creciente crisis política en Venezuela, el presidente de ese país Nicolás Maduro ha intensificado su discurso contra organizaciones internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y su secretario general, Luis Almagro.
En sus últimas declaraciones Maduro calificó a la OEA y a la Carta Democrática Interamericana (CDI) como herramientas de una «conspiración» manejada por Estados Unidos, tachándolas de «basura» y afirmando que no tienen poder sobre Venezuela.
Durante este reciente discurso, Maduro fue más allá, sugiriendo que la oposición venezolana y sus aliados internacionales están vinculados a una «iglesia satánica» en Estados Unidos.
Según el mandatario venezolano, estos «demonios» estarían liderados por figuras como Elon Musk, con quienes la oposición habría hecho un «pacto satánico». Maduro insistió en que estas fuerzas buscan desestabilizar su gobierno y que la situación en Venezuela es una lucha contra un «Goliat satánico».
La disputa entre el presidente y el magnate viene registrándose en redes sociales tras las elecciones del 28 de julio, Maduro llamó a Musk «archienemigo» y anunció la prohibición de X (antes Twitter) en el país durante diez días, exigiendo respeto para el pueblo venezolano. En respuesta, Musk insultó a Maduro, comparándolo de manera despectiva con un burro.
Entretanto la comunidad internacional continúa presionando por una resolución pacífica a la crisis política y humanitaria en Venezuela, en este contexto, la relación entre el gobierno venezolano y la comunidad internacional parece estar en un punto de quiebre, con las acusaciones de Maduro reflejando una narrativa que busca deslegitimar cualquier crítica o presión externa, mientras fortalece su base de apoyo interno mediante la denuncia de supuestas conspiraciones extranjeras.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Guillermo Rodríguez