Según un informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, solo en diciembre del año pasado hubo 11 emergencias humanitarias en Colombia, asociadas con desplazamientos masivos, confinamientos por amenazas a la población civil por parte de grupos armados y por afectación por desastres naturales.
En total, 12.246 personas en cinco departamento del país -Antioquia, Cauca, Chocó, Meta y Nariño- resultaron afectadas por alguna de estas tres emergencia.
Respecto a quienes fueron víctimas de desplazamiento forzados, el informe de la ONU registró 1.535 personas afectadas en cinco eventos distintos en diciembre. El primero de ellos ocurrió el 4 de diciembre, en Bahía Solano, Chocó, cuando fueron desplazados 899 indígenas tras el asesinato del líder social Miguel Tapí.
El segundo caso fue en Alto Baudó, Chocó, el 20 de diciembre. Nuevamente 94 indígenas fueron desplazados por amenazas a la población. El tercero se dio en Caucasia, Antioquia, donde 91 personas de 28 familias resultaron desplazadas.
El 30 de diciembre, el cuarto desplazamiento del mes, surgió en Argelia, Cauca, también por amenazas y asesinatos a líderes sociales y políticos. 118 personas de 50 familias se desplazaron en el momento.
Según el informe, el quinto evento de desplazamiento fue en Roberto Payán, Nariño. 333 personas fueron desplazadas el 23 de diciembre por enfrentamientos armados, amenazas y asesinatos.
Pero la ONU también deja en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades étnicas. De los casos registrados, el 75 % de las víctimas de desplazamiento forzado fueron indígenas y el 25 % afrocolombianos. Respecto a sexo y edad, el 25 % de los desplazados fueron mujeres, 21 % hombres, 29 % niños y 24 % niñas.
En todo 2020, 25.366 personas fueron víctimas de desplazamiento forzado en Colombia en 94 eventos distintos.
CONFINAMIENTOS Y DESASTRES
Respecto a los confinamientos por amenazas a la población civil por parte de grupos armados, el informe reporta 4.661 personas confinadas en diciembre, de 1.494 familias en dos eventos distintos ocurridos en Santa Bárbara de Iscaundé, en Nariño, el 3 de diciembre, y en Bojayá, Chocó, el 6 de diciembre.
Según el informe, estas emergencias por confinamiento tuvieron una atención y respuesta del 84 %, ya sea por institucionalidad o por organizaciones humanitarias. Sin embargo, las condiciones de seguridad, la recurrencia de este tipo de emergencias y el desborde de capacidades están limitando la respuesta ante la magnitud de estos eventos.
Finalmente, por desastres naturales, 6.050 personas resultaron afectadas por coletazos o impactos directos de los huracanes ETA e Iota, y por el fenómeno de la Niña.