Fotografía tomada por La Universidad Piloto de Colombia
Recicladores tendrán día exacto de recorrido, horario estimado y ruta fija por barrios al igual que funciona actualmente con el carro recolector de basuras.
En 2019, Ecoalianza y sus organizaciones en la búsqueda de la transformación del esquema de Reciclaje para Bogotá Ciudad Región han logrado subir de 12.000 a 16.000 toneladas mensuales recolectadas de material aprovechable al comparar con 2018, así como ampliar de 29 a 39 las Estaciones de Clasificación y Aprovechamiento (centros de acopio ECA)
A la fecha esta alianza, ha logrado la carnetización de 1.200 recicladores de oficio y la certificación en competencias laborales ante el SENA de 1.650
La caja de la leche, el cartón de los huevos, la botella de vidrio de su marca de agua favorita, el papel aluminio usado, el tubo de la crema dental, el empaque plástico del pan, son dinero y recursos que van a dejar de llegar al relleno sanitario Doña Juana.
Con el nuevo sistema Bogotá está avanzando hacia un esquema de gestión de residuos que incluye recolección, transporte, clasificación y transformación. Se trata de una apuesta de construcción de ciudad sostenible que llevó a investigadores de la Universidad Piloto de Colombia a formular un proyecto con la Asociaación Ecoalianza Estratégica de Recicladores para desarrollar un esquema de prestación de servicio de aseo basado en aprovechar los residuos de Bogotá Región y contar con la participación de los recicladores de oficio.
“Esquema de Transformación de Reciclaje para Bogotá Ciudad Región (TERB) es el nombre técnico de este nuevo sistema donde los recicladores pasan de ser un actor de reparto del modelo tradicional de reciclaje desordenado a ser protagonista de la historia, reconociéndole como un trabajador ambiental al servicio de la ciudad”, manifiesta Ernesto Valdés, docente investigador de la Universidad Piloto de Colombia.
“El Esquema de Transformación de Reciclaje para Bogotá Ciudad Región (TERB) está basado en un modelo de economía colaborativa en red que promueve el aprovechamiento de residuos sólidos, disminuye la informalidad a través del mejoramiento de los ingresos del reciclador como trabajador ambiental, y mejora el servicio de recolección de residuos”, explica Dayanna Sánchez Rodríguez, Líder de Innovación y Transferencia de Conocimiento de la Universidad Piloto de Colombia.
Las cifras son contundentes. “El 80% de los residuos generados a nivel nacional son potencialmente aprovechables. Estamos hablando de los empaques de pan, huevos, bebidas, verduras, frutas, embutidos, papeles, bolsas, cajas que a diario terminan en el relleno sanitario, por ejemplo, en Bogotá, ni siquiera aprovechamos efectivamente el 25% de la totalidad de residuos sólidos. En ese contexto este nuevo esquema es una estrategia que pretende aumentar ese porcentaje exponencialmente”, asegura Magda Barinas, Representante Legal de Ecoalianza.
Para los investigadores involucrados en el proyecto este nuevo esquema es muestra del tipo de investigación que necesita Colombia, 100% conectada con las necesidades reales del país.
“El calentamiento global es una realidad. El límite de los rellenos sanitarios una urgencia. El Decreto 596 de 2016 expedido por el Ministerio de Vivienda es una regulación por cumplir totalmente. El desconocimiento de los usuarios que no saben separar adecuadamente es innegable y el imaginario del reciclador como un habitante de calle una constante. Esta acción investigativa trabaja por resolver todas esas situaciones”, narra Ernesto Valdés, docente investigador de la Universidad Piloto de Colombia.
Millones tirados a la basura
- Según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, en Colombia cada persona produce un promedio de 206 kilogramos de desechos que multiplicados se convierten en toneladas de residuos con potencial de daños irremediables en términos ambientales.
- En Bogotá durante el año 2018, con 109 asociaciones de reciclaje ante la Superservicios fueron recolectadas 51.400 toneladas mensuales de residuos aprovechables (sólidos) de un total estimado de 246.600 toneladas generados en la capital, es decir, menos del 25%.
- En promedio un reciclador en Bogotá Región recolecta entre 6 y 9 toneladas de material, que equivalen a un promedio de ingreso mensual entre $480.000 y $750.000.
5 – Resultados Concretos
A lo largo de 2019, Ecoalianza como prestador de servicio con sus recicladores de oficio ha tenido estos logros en la ciudad.
1. Crecimiento de 12.000 a 16.000 toneladas por mes al comparar el volumen de recolección, transporte y venta de material aprovechable entre 2018 y 2019.
2. 1.200 recicladores de oficio carnetizados y 1.600 debidamente identificados en las 20 localidades donde trabaja Ecoalianza
3. 1.650 recicladores hoy tienen certificación de competencias laborales ante el SENA
4. Identificación de 5.480 rutas de recolección que permitirán el funcionamiento de este servicio público con días y horarios específicos.
5. Incremento entre enero y septiembre de 2019 de 29 a 39 Estaciones de Clasificación y Aprovechamiento (ECA) registradas ante la Superservicios.
Los retos
Bogotá Región tiene tres grandes retos en reciclaje. Para comenzar, Bogotá no cuenta con un esquema articulado y regularizado, por eso 90% de los recorridos que hacen los recicladores de oficio son espontáneos. Bogotá aprovecha menos del 25% de la totalidad de residuos y para terminar no existe comunicación continua entre los usuarios residenciales, comerciales e institucionales con los recicladores de oficio.
“Este proyecto tiene alcance ambiental y social. En el primer componente el objetivo es aumentar el número de toneladas de material aprovechable o reciclable en las 20 localidades de Bogotá donde trabajan aproximadamente 1.820 recicladores de oficio registrados por Ecoalianza y sus organizaciones; esto demanda un esquema colaborativo con una red que integre usuarios, empresas de aseo, entidades gubernamentales y otros actores locales, la implementación de TIC’s (software + App) y campañas de sensibilización para que los usuarios hagan la separación adecuada y oportuna de residuos. En el segundo componente busca el reconocimiento de la labor del reciclador y el mejoramiento de las
condiciones de trabajo y de vida de estos trabajadores ambientales de la ciudad”, añade Sánchez.
“Creo que muchos de nosotros hemos tenido dudas sobre la forma correcta de clasificar papel, cartón, vidrio, metal, plástico y entre tanto afuera de casa hay un reciclador entrenado que sabe perfectamente cómo clasificar. Así que el ideal es que el reciclador se convierta en formador y así mejoremos los indicadores ambientales, por eso decimos que este proyecto permitirá que los usuarios (residenciales, institucionales y comerciales) sepan qué hacer con sus residuos y conozcan el reciclador de oficio asignado a su cuadra/zona para generar contacto y transformación de la imagen colectiva que hay sobre los recicladores”, agrega Barinas.