El defensor del Pueblo, Carlos Negret Mosquera, reveló que en los últimos cuatro años fueron asesinados en Colombia al menos 555 líderes sociales y defensores de los Derechos Humanos.
“Son al menos 555 homicidios, en los últimos cuatro años, que le dejan un honda herida a los Derechos Humanos y a la democracia de Colombia; se trata de heridas que estaban dispuestas a la causa de la construcción de nuestra nación”, dijo.
El funcionario resaltó que es preocupante el aumento de los índices de violencia contra las defensoras de los Derechos Humanos.
“Tengo una especial preocupación por la violencia contra las lideresas sociales; si bien entre el 2018 y 2019 hubo una ligera tendencia a la baja en la cifra global, en el caso de la mujer hemos visto un aumento exponencial. Pasamos de 12 mujeres lideresas asesinadas en el 2018 a 19 en el último año, con corte al 31 de octubre”, informó.
Subrayó que esto representa un incremento del 63 % en los asesinatos de defensoras de los Derechos Humanos en Colombia con referencia a otros años.
“Me preocupa especialmente el departamento de Putumayo, donde están presionando a las mujeres que lideran causas como la sustitución voluntaria de cultivos y que se han opuesto a la presencia de actores armados en sus territorios”, afirmó.
Negret explicó que en el 2016 se registraron 133 casos: 116 hombres y 33 mujeres; en el 2017 ocurrieron 126 homicidios: 108 hombres y 18 mujeres.
En el año 2018 se reportaron 178 asesinatos:166 hombres y 12 mujeres, y finalmente, con corte al 31 de octubre, la Defensoría del Pueblo conoció de 118 casos, 15 de ellos entre los meses de noviembre y diciembre.
“La sociedad debe reconocer la labor de los líderes sociales y defensores de los Derechos Humano, protegiéndolos sin estigmatizarlos. De esta manera se podrá avanzar hacia un Estado con instituciones fuertes y una sociedad civil con garantías para promover los intereses de sus comunidades”, aseguró.
El Defensor del Pueblo hizo además un llamado a las autoridades para que garanticen los mecanismos que permitan atender y proteger la integridad de los líderes sociales.
“Una solución para frenar la violencia contra los defensores de Derechos Humanos y líderes sociales está en las autoridades estatales que debemos actuar con celeridad y diligencia”, insistió.
Finalmente, aseguró que el inicio del 2020 ha sido complejo y resaltó que los actores armados están aprovechando los cambios en las alcaldías y gobernaciones para enviar un mensaje de poder.