La condena a muerte dictada por un tribunal iraní contra Toomaj Salehi, el conocido rapero y crítico del régimen, ha generado una oleada de protestas internacionales y ha socavado los intentos de Irán de denunciar los abusos de derechos humanos en otros países. La noticia de la sentencia llegó apenas mientras Irán trataba de capitalizar los recientes disturbios en campus universitarios estadounidenses para criticar a Occidente.
El domingo, multitudes se congregaron en ciudades de Estados Unidos, Europa y Canadá para expresar su apoyo a Salehi. Simultáneamente, decenas de presos políticos de la prisión de Ghezel Hesar en Irán emitieron un comunicado denunciando la sentencia como «la culminación de graves violaciones de derechos humanos en Irán«.
El impacto de la sentencia resonó también en la comunidad artística, con destacados raperos estadounidenses y grupos de derechos humanos expresando su solidaridad con Salehi.
A pesar de que los medios de comunicación estatales iraníes han estado atentos a los disturbios en universidades de Estados Unidos y Francia, con informes de hasta 900 estudiantes detenidos en abril, la decisión de ejecutar a Salehi ha dañado la imagen de Irán. Incluso periódicos reformistas dentro del país han criticado la medida, señalando que perjudica la estrategia de relaciones públicas del régimen.
Salehi, quien se hizo famoso por su valentía y su apoyo al movimiento Mujeres, Vida y Libertad en Irán, fue arrestado en octubre de 2022 después de hacer declaraciones públicas durante las protestas nacionales desencadenadas por la trágica muerte de Mahsa Amini. Amini, una joven kurda iraní, falleció tras ser detenida por la policía debido a un supuesto mal uso del hiyab.
Tras ser golpeado en prisión, según informes de expertos de la ONU, a Salehi inicialmente se le impuso una pena de seis años y tres meses en julio de 2023. Aunque fue liberado en noviembre del año pasado por un defecto técnico en la sentencia, fue rápidamente rearrestado por agentes de civil después de grabar una canción en la que afirmaba haber sido torturado.
La reciente sentencia de muerte, emitida de manera sorpresiva por el tribunal revolucionario de Isfahán, fue descrita como un caso sin precedentes de «corrupción en la Tierra». Salehi ahora cuenta con 20 días para apelar la decisión, lo que ha atraído la atención global sobre la política interna de Irán y sus procesos judiciales.
Durante un mitin de apoyo, la actriz Nazanin Boniadi destacó la influencia de Salehi: “Cuando habla, el régimen tiembla porque expresa lo que muchos temen decir«. Kaveh Shahrooz, un activista canadiense, también remarcó el impacto del coraje de Salehi, describiéndolo como una inspiración para muchos tanto dentro como fuera de Irán.
Esta condena se produce en un contexto de represión intensificada en Irán, con un notable aumento en las ejecuciones. Iran Human Rights informó que ya se han registrado 147 ejecuciones este año. Salehi previamente comentó sobre la situación en Irán, describiéndola como controlada por una «mafia dispuesta a matar a una nación entera para mantener su poder».
El tío de Salehi en Alemania, Iqbal Iqbali, sugirió que el país está al borde de un estallido social masivo contra la tiranía prolongada, subrayando la gravedad y urgencia de la situación política y social en Irán.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely