El informe de la autopsia de Matthew Perry ha arrojado luz sobre los oscuros días previos a la muerte de la estrella. Según lo obtenido por Page Six, una amiga del actor compartió que Perry estaba «enojado y enfermo» en las semanas previas a su fallecimiento, debido a las inyecciones de testosterona que estaba tomando.
El informe reveló que, además de la combinación letal de ketamina y buprenorfina, Perry estaba tomando tamoxifeno para perder peso, medicamentos antidiabéticos y piruletas de nicotina en un intento por dejar de fumar.
Su dependencia de múltiples medicamentos recetados y de venta libre quedó patente en el dormitorio del asistente, donde se encontraron frascos abiertos y vacíos, junto con una variedad de píldoras sueltas y otros productos.
El actor, conocido por su papel en «Friends«, estaba lidiando con varios problemas de salud y hacía esfuerzos para mejorar su estilo de vida. Sin embargo, la combinación de sustancias y la lucha contra la adicción parecen haber tenido un impacto significativo en su bienestar.
La trágica revelación del informe destaca los desafíos que enfrentaba Perry en sus últimos días y la complejidad de su relación con la salud y las sustancias.
El actor de hollywood, Matthew Perry fue encontrado sin vida en el jacuzzi de su domicilio. Los expertos consideran que fue una muerte accidental, que terminó en ahogamiento, por el consumo de ketamina.
De a cuerdo a los expertos la ketamina es un anestésico del que se abusa por sus propiedades alucinógenas. Su uso legal es como anestésico veterinario; aunque, es empleado tanto en animales como en seres humanos, ganó popularidad al conocerse los efectos semejantes a los de la fenciclidina.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – David Rincón