En el conversatorio ‘Ingrid Betancourt: El clamor por la verdad’, organizado por la Universidad del Externado, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, hizo un recuento de lo que fue su secuestro por la extinta guerrilla de las Farc, de cómo ve los Acuerdos de Paz, la realidad del país y de las polémicas declaraciones de la senadora Sandra Ramírez sobre el secuestro.
En primer lugar, señaló que es optimista en relación a la implementación de la paz.
“Yo creo que la paz es un activo de los colombianos, nosotros somos la paz de Colombia y por lo tanto si no se puede reservar la paz es porque los colombianos no lo quisimos a pesar de las imperfecciones en los acuerdos de paz”, destacó.
Sobre las Farc, aseguró que han hecho un esfuerzo por mantenerse en un proceso que no ha sido fácil para ellos porque “les han ido matando muchos de sus cuadros y adicionalmente es una Farc dividida con una disidencia que se regresa al monte. En un contexto, de rechazo social, de entrar a un Congreso donde están todos su enemigos, de ver cómo hay una guerra sucia donde el objetivo son ellos, pues debo reconocer que ellos se han mantenido en el acuerdo y eso es un punto a favor”, dijo.
En su discurso Betancourt, a propósito del lanzamiento de su libro ‘Una conversación pendiente’, aseguró que en todos sus años de secuestro fue silenciada.
“A veces Raúl Reyes usurpaba mi voz para decir cosas que yo no había dicho, pretendiendo que yo la había dicho en cautiverio, esto es tan atroz para una parlamentaria, es decir para una persona que habla, que me quitaran la voz fue algo de las consecuencias atroces del secuestro», dijo Betancourt.
Con voz entrecortada agregó que fue “atroz que durante todos los años de mi secuestro, el Gobierno y el Estado, en realidad, se dedicaron a repetir una narrativa de mi secuestro que se volvió una verdad que yo no podía refutar».
Según Betancourt “nadie quería oírme. Y yo recuerdo que lo primero que preguntó mi hijo Lorenzo fue; ¿mamá, tú querías hacerte secuestrar?, es decir que para mi familia esto no es neutro. Yo creo que yo pagué, como muchos colombianos han pagado, porque yo creo que estamos secuestrados todos por una clase política corrupta que ha saqueado el país y aquellos que hemos en algún momento sentido que teníamos que revelarnos y confrontar esa clase, nos volvimos personas incómodas», sentenció.
“Hoy en día estoy convencida de que a mí me secuestran como producto de esa animadversión dentro de la clase política y dentro del gobierno de Pastrana, pues en ese momento estaba en la oposición», señaló Betancourt.
Los hechos son muy simples
Para Ingrid Betancourt, si ella hubiese sido un hombre, no le hubieran quitado los escoltas cuando viajó a San Vicente del Caguán, Caquetá.
“Yo era una mujer de oposición que me había confrontado con Andrés Pastrana durante todo su Gobierno, porque él había traicionado el acuerdo que habíamos hecho en el momento de su elección, en el que en representación del grupo de independientes habíamos firmado un acuerdo anticorrupción (…)para darle a los colombianos la posibilidad de votar sin las maquinarias y el clientelismo”, dijo la excongresista.
“Durante los seis años y medio de mi secuestro, el Gobierno de Andrés Pastrana se dedicó a repetir que yo había querido hacerme secuestrar, que a mí me habían dicho que yo no debía ir a San Vicente y que era culpa mía, que yo era una terca, como una especie de mujer loca que pasaba por encima de todo el mundo para hacer lo que quería”, añadió.
En ese sentido, enfatizó que los años del secuestro fueron un infierno “pero volver a Colombia a la libertad y de pronto darme cuenta que los colombianos después de todo, seguían pensando que yo había querido hacerme secuestrar por protagonismo, cuando tenía a mis hijos y a mi padre enfermo (…) yo ya me cansé de contar esta historia”, dijo Ingrid.
Asimismo, la excandidata aseguró que todo eso pasó porque “era incómoda para esa clase política, si a mí me dejaron prácticamente siete años allá cuando a muchos otros los sacaban al mes, Andrés sacó gente muy cercana a la guerrilla en dos meses, a mí me dejaron allá. Me dejaron allá, porque yo era incómoda y yo me volví ese especie de sujeto incómodo para los que estaban aquí afuera y muy preciado para las Farc porque les permitía tener visibilidad internacional, entonces esas dos coyunturas alargaron el martirio, que siguió porque yo no pude refutar”.
Tras las polémicas declaraciones de la senadora Sandra Ramírez, Betancourt dijo que, al escuchar estas palabras, se quedó sin aire y aseguró que “nunca tuvimos camas, querer reducir la tortura a un espacio civilizado, no es entender nada”.
Finalmente, la excandidata se refirió sobre los expresidentes Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, aseguró que admira a Santos por haber logrado la paz en el país, “Uribe en su momento supo entender lo que necesitaba el país pero luego no supo entender que se necesitaba la paz”, señaló.
También habló sobre el líder de la Colombia Humana Gustavo Petro, y manifestó que ya no es el mismo Petro del 2018, y sobre el presidente Iván Duque, indicó que su más grave error es el ego y “la gente que lo rodea no está a la altura del desafío del país, son como un club de amigos, a Duque le quedó grande la presidencia», señaló finalmente la exsecuestrada.