En su búsqueda eterna de estrellas, el París Saint-Germain aparece como un destino probable para Lionel Messi, ahora sin contrato, pero el club parisino tendrá que resolver una complicada ecuación financiera para hacer sitio al argentino, que no renovó con el FC Barcelona.
El inesperado final de la leyenda de la ‘Pulga‘ en el Barça, el jueves, supuso el pistoletazo de salida a un culebrón que seguirán cientos de millones de aficionados en las próximas semanas.
Este viernes por la tarde, varios medios franceses como Le Parisien y L’Equipe afirman que el argentino estaría a punto de concretar su fichaje por el club de la capital francesa. Ambos periódicos evocan un contrato de tres años, con un año más opcional.
«Sabemos lo que pasó ayer«, sonrió el entrenador del PSG, Mauricio Pochettino, este viernes en rueda de prensa.
El técnico argentino tuvo que responder de entrada a una pregunta sobre su compatriota, seguido de cerca por los dirigentes parisinos.
«El club trabaja sobre el mercado«, se limitó a decir, sin cerrar la puerta a un futbolista que podría llevar a su club a una nueva dimensión.
La superestrella ganadora de seis Balones de Oro, de 34 años, reúne todas las condiciones para ser un fichaje de ensueño para el PSG, con un modelo económico basado en atraer ídolos.
Zlatan Ibrahimovic, David Beckham, Neymar, Kylian Mbappé, Sergio Ramos… El camino que debe conducir al PSG a la Liga de Campeones -Messi ha levantado cuatro- está pavimentado de estrellas como el Paseo de la Fama de Los Angeles.
Neymar, agente del PSG
«Entra de lleno en la estrategia desarrollada por el club desde hace diez años», explica a la AFP Christophe Lepetit, responsable de estudios económicos del Centro de Derecho y de Economía del Deporte (CDES, por sus siglas en francés) de Limoges.
«En el plano deportivo, es un jugador que puede ayudarte a alcanzar el último escalón para ganar la Liga de Campeones. También permite desarrollar otras fuentes de ingresos, sobre todo comerciales», añade.
La hipótesis de Messi jugando con la remera parisina no es reciente. Las señales se han multiplicado estos últimos meses.
Neymar, que dejó el Barça por el PSG, sueña con ver a su excompañero (2013-2017), ahora amigo, haciendo el mismo trayecto que él.
«Es lo que más quiero, disfrutar con él en el terreno de juego», dijo en diciembre a la ESPN.
El brasileño, que felicitó en julio a su «hermano» tras la derrota de su selección contra la Argentina de Messi en la final de la Copa América (1-0), se ha cruzado con el de Rosario en sus vacaciones en Ibiza.
En una foto difundida por el argentino Ángel di María, otra estrella del PSG, Neymar apareció acompañado de Messi, Leandro Paredes y Marco Verratti en una fotografía de vacaciones.
Pero la operación es difícil a nivel contable.
Aunque el PSG no tiene que pagar ninguna suma al Barça, y Messi es libre de ir donde quiera, el salario de la superestrella y la probable prima que haya que pagar por la firma asustan a potenciales candidatos.
Según los términos de su último contrato en Barcelona, concluido a finales de junio, Messi se embolsaba 138,8 millones de euros brutos (74,9 millones de euros netos; 88,1 millones de dólares netos) cada año, sin contar los derechos de imagen, según el diario español El Mundo.
Primero hay que vender
Difícil de cuadrar con unos presupuestos a la baja, en especial en la Ligue 1 donde la pandemia del covid-19 provocó el parón de la temporada 2019-2020, antes del derrumbe del difusor Mediapro, lo que redujo a la mitad los ingresos de los derechos televisivos.
De esta manera, según el último balance contable publicado por la DNCG, agente financiero del fútbol francés, el PSG terminó la campaña 2019-2020 con unas pérdidas antes de impuestos de 124,9 millones de euros.
Esta situación obliga al club a vender, por una cantidad cercana a los 180 millones de euros según la prensa, para equilibrar sus cuentas, pero a menos de un mes para el cierre del mercado, el 31 de agosto, la operación de recorte de personal ha avanzado con timidez.
La relajación de la UEFA de las reglas del ‘fair play’ financiero por la pandemia permite al PSG apoyarse en su rico accionista catarí QSI para cubrir las pérdidas.
No obstante no hay que descartar que el club de la capital francesa tenga que afrontar una decisión complicada: fichar a Messi podría obligarle a dejar marchar a su estrella Kylian Mbappé, que termina contrato en 2022 y es pretendido por el Real Madrid.
«Se tiene la sensación de que todo está un poco conectado. Podría haber un movimiento que desencadene otros», opina Lepetit. La primera pieza cayó el jueves… ¿Cuál será la siguiente?