Frente a la incertidumbre que generan en el sector arrocero los excedentes de cosecha que vendrán en el segundo semestre de 2023, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural expidió este lunes la resolución que reglamenta el programa de incentivo para el manejo de dichos excedentes. Esto, con el objetivo de mitigar las variaciones en los precios y los impactos en los ingresos de los agricultores.
Anexo a la resolución fue expedido también el manual operativo en el que quedaron estipuladas las condiciones del programa al que para este año el Ministerio destinó $25.000 millones. El incentivo funcionará así:
El pago a los beneficiarios será de $39.900 por tonelada almacenada y hasta por un máximo de tres meses. Se otorgará durante el segundo semestre del año, hasta el 31 de diciembre de 2023, o hasta que se agoten los recursos, lo que suceda primero. Este año, el volumen máximo almacenado a apoyar con el programa es de 170.000 toneladas, de las cuales 100.000 son para los productores de arroz y 70.000 son para los compradores.
Si bien el Ministerio de Agricultura no puede intervenir en el mercado y fijar el precio, el programa establece un precio piso de referencia para quienes se acojan a él. Así, las compras de arroz se deberán efectuar al siguiente precio por tonelada:
La resolución que reglamenta el programa fue expedida por el Ministerio de Agricultura luego de más de un mes de conversaciones y encuentros con todos los actores del sector arrocero, tanto la industria como los productores. Y así lo resaltó la viceministra de Asuntos Agropecuarios, Aura Duarte: “Después de escuchar por más de cinco semanas a la industria, a las dignidades, a Fedearroz, y de revisar todas las cifras, se llega a esta resolución que favorece a todas las partes y contribuirá a que los productores no se vean afectados por los excedentes generados para el segundo semestre”.
A lo largo de dichos encuentros, el Ministerio reiteró que el objetivo en el sector debe ser avanzar en el Plan de Ordenamiento del Arroz que permita hacer transformaciones estructurales y no destinar los recursos a un incentivo.