El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, radicó por quinta vez y con mensaje de urgencia, el proyecto de ley que busca prohibir el fracking en los yacimientos no convencionales en Colombia, en respuesta a la creciente preocupación por los impactos ambientales y sociales de estas prácticas.
La medida respaldada por amplios sectores de la sociedad civil y 82 congresistas, busca proteger los ecosistemas estratégicos del país y garantizar un futuro sostenible.
Tatiana Roa, viceministra de Ordenamiento Ambiental del Territorio, subrayó el apoyo del Ministerio a la iniciativa ciudadana, destacando que “el fracking y los yacimientos no convencionales representan una amenaza significativa para nuestros recursos naturales, especialmente en un contexto de crisis climática”.
Roa agregó que la iniciativa que fue presentada al Congreso por quinta vez, refleja una voluntad popular que el Gobierno Nacional no puede ignorar. La preocupación por los efectos del fracking se centra en el uso intensivo de agua y el riesgo de contaminación de acuíferos y fuentes superficiales, especialmente en un país donde el acceso al agua potable sigue siendo un desafío.
Estudios recientes como los realizados en el Proyecto Piloto Integral de Investigación Kalé, han revelado que cada pozo de fracking puede requerir entre 40,000 y 48,000 metros cúbicos de agua, una cifra alarmante dada la escasez de este recurso en muchas regiones del país.
Además, el desarrollo de infraestructura necesaria para la explotación de yacimientos no convencionales implica la deforestación y fragmentación de hábitats críticos, poniendo en peligro la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas terrestres.
Esmeralda Hernández, senadora del Pacto Histórico, resaltó la importancia de la movilización ciudadana y el apoyo político a la prohibición del fracking. “Con el respaldo de la Alianza Colombia Libre de Fracking y más de 80 congresistas, hemos radicado nuevamente el proyecto de ley que busca proteger nuestros ecosistemas y asegurar un futuro sin fracking para Colombia”, afirmó Hernández.
Durante un reciente encuentro entre representantes del Ministerio, congresistas y organizaciones sociales, se discutieron los riesgos de continuar con el modelo extractivista en Colombia, especialmente en un contexto donde las reservas de petróleo y gas son limitadas.
Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en 2022 se extrajeron 275 millones de barriles de petróleo y 392 gigapies cúbicos de gas, pero solo se incorporaron 6 millones de barriles y 36 gigapies cúbicos de gas de nuevos descubrimientos, lo que evidencia la necesidad de un cambio estructural en la política energética del país.
Finalmente, el ministerio de Ambiente, junto con la Alianza Colombia Libre de Fracking, reiteraron que la verdadera solución a la crisis climática pasa por la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y la transición hacia energías renovables y sostenibles.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Geraldine Rozo Amórtegui