El ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, dio un parte de tranquilidad a los consumidores colombianos y aseguró que pese a la disparada en los precios del petróleo en el mercado mundial por cuenta de la guerra entre Rusia y Ucrania, no se contempla un alza en el precio de los combustibles en el corto plazo.
«Para los precios de los combustibles nosotros tenemos el fondo de estabilización de precios, por eso no hubo aumentos en febrero ni en marzo y con el Ministerio de Hacienda no tenemos previsto incrementos para los próximos días», dijo el ministro.
Asimismo, el funcionario señaló que el alto precio del crudo tendrá un impacto positivo para las finanzas públicas, ya que se recibirán mayores ingresos por las ganancias de Ecopetrol, sumado a mayores ingresos por cuenta de las regalías que generarán las empresas privadas.
Frente al acercamiento de Estados Unidos con Venezuela para reemplazar las importaciones del crudo proveniente de Rusia, señaló que posiblemente el país vecino no tiene las capacidades de aumentar la producción.
El economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, dijo que los productos derivados del petróleo pueden seguir al alza en el corto plazo.
«Los altos precios del petróleo tienen efectos mixtos para el consumidor colombiano. Por una parte, el precio del petróleo por encima de $110 por barril hace que esos productos que tienen como insumos derivados del petróleo como jabones y fertilizantes, puedan seguir subiendo de precio en muy corto plazo».
Por su parte, el director del centro de estudios económicos ‘Conexión Análisis’, Mario Valencia, señaló que «el incremento en los precios del petróleo que ya venía subiendo antes de la invasión de Rusia a Ucrania, se traduce en un aumento de los combustibles en el caso colombiano, ya que el precio interno del combustible en Colombia está atado al precio internacional del crudo».
Valencia recordó que aunque se tiene un fondo de estabilización de precios de los combustibles, este tiene un déficit de más de 10 billones de pesos, razón por la que se debe reconsiderar esa fórmula de precios de los combustibles amarrada a los precios internacionales del petróleo.
Sin embargo, los analistas ven como positiva la caída en el precio del dólar que ya volvió a cotizarse por debajo de los $3.800, lo que significa que los ciudadanos tienen que pagar menos pesos por las importaciones que entran.