Un concurso para conseguir «me gusta» en redes sociales a cambio de una ayuda para gente que pase hambre o no tenga dinero para medicinas le costó un aluvión de críticas a la modelo boliviana Stephanie Helera.
La modelo y actriz, de 30 años de edad, publicó en redes sociales un video en el que anunciaba que daría semanalmente 300 bolivianos, equivalentes a unos 43 dólares, a cambio de etiquetar a personas necesitadas de esa ayuda dando «me gusta» a sus perfiles de Facebook e Instagram.
Helera aseguraba que daría ese dinero una vez a la semana durante cinco semanas a quien ella eligiera entre los etiquetados como «personas que tienen hambre», «que no tienen para comer» o no pueden pagar medicamentos que demuestren que necesitan avalados con una receta médica.
«#stephanieherelachallenge» es la etiqueta en redes sociales para este desafío, que está generando numerosos comentarios, que incluso lo comparan con el libro luego llevado al cine «Los juegos del hambre» de la estadounidense Suzanne Collins, una novela apocalíptica en la que sus protagonistas luchan a muerte por sobrevivir en una situación de injusticia social.
Incluso la Autoridad de Fiscalización del Juego de Bolivia advirtió en un comunicado de que el reto carece de la autorización que se necesita en el país para los concursos con premio y estudiará si supone alguna infracción.
La modelo es conocida en Bolivia por participar en concursos de belleza y de televisión, además de en una película de cine y una campaña publicitaria, y por haber sido detenida en 2012 dentro de un proceso por el secuestro de una política.
Algunos de los comentarios en las redes incluyen parodias del video de Helera, memes irónicos hacia su reto y críticas por anunciar dinero para personas necesitadas a cambio de seguir su perfil.
Las críticas se producen en un momento en que el estado de emergencia sanitaria declarado en Bolivia por el coronavirus, con una cuarentena decretada hasta el 30 de abril, ha generado denuncias de personas con dificultades para conseguir comida y medicinas ante las restricciones para salir de casa y trabajar, en un país donde mucha gente vive al día de lo que gana con trabajos informales en la calle.
Fuente: EFE