La menor sufrió un derrame cerebral.
La niña peruana Milagros Cerrón, quien nació en 2004 en una localidad de los Andes de Perú con una rara enfermedad congénita conocida como sirenomelia, por lo que se hizo conocida mundialmente como la «niña sirenita», murió a los 15 años, informó este jueves su padre, Ricardo Cerrón.
El padre de la menor declaró a medios locales que la niña padecía de «una insuficiencia renal crónica» que se complicó durante las hemodiálisis que se le hacían en la región centro andina de Junín.
«La recordaré como una niña muy inteligente, una niña muy alegre que sonreía bastante, es un angelito para mí«, señaló.
La jefa de la oficina de Registro Civil de la ciudad centro andina de Huancayo, Albinela Álvarez, detalló que la menor sufrió un derrame cerebral en el hospital de la seguridad social, donde había sido internada por sus problemas renales.
La historia de Milagros se conoció cuando sus padres pidieron ayuda a las autoridades peruanas para solventar una complicada operación que permitiría separar sus piernas, que estaban unidas desde el talón hasta las ingles, y reconstruir su sistema urinario.
Esa operación fue realizada con éxito en 2005 por un equipo integrado por once médicos en un hospital de la Municipalidad de Lima, que dirigió el cirujano Luis Rubio.
El médico declaró este jueves que tiene «el corazón herido» tras conocer la información de la muerte de la niña y dijo que ella nació para dar «un mensaje de amor, esperanza y mucho valor».
«Los niños que nacen con esta enfermedad de sirena nacen muertos o sobreviven solo a las primeras 24 horas, con ella logramos darle una vida que llegó a los 15 años», comentó en la emisora Radio Nacional.
Rubio agregó que Milagros fue sometida en noviembre pasado a una última operación en sus tendones de Aquiles para ayudar a que camine mejor y remarcó que «si bien ella era distinta en sus órganos internos, tenía una buena vibra maravillosa».
«Jamás tuvo resentimientos, ni de odio, sino de lucha y superación del dolor y la adversidad. Nos dio el mejor ejemplo de que el que quiere vivir, puede vivir», concluyó.
A lo largo de los años, Milagros soportó un total de 11 operaciones que incluso le permitieron caminar, aunque siempre tuvo serios problemas en su único riñón, por lo que requería de un trasplante para aliviar las dolencias y alteraciones en su sistema genito-urinario.
Los restos de la joven son velados en su localidad natal de Áhuac, en la provincia andina de Chupaca, donde vivía con su familia.