Brasil confirmó 807 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, con lo que el total de fallecidos llega a 23.473, mientras que los casos ascienden ahora a 374.898, según informó este lunes el Ministerio de Salud.
En el mismo periodo, el país sumó 11.687 nuevas infecciones, por lo que se mantuvo como el segundo del mundo con más casos, por detrás solamente de Estados Unidos, que tiene unos 1,6 millones de casos confirmados de COVID-19.
La región sureste de Brasil, la más poblada, sigue como epicentro de la pandemia en el país, con 140.250 casos y 11.020 decesos, de los que el estado de Sao Paulo, donde viven unas 46 millones de personas, concentra casi 85.000 del total de infectados y 6.220 fallecidos.
Le sigue Río de Janeiro, con unos 40.000 casos y más de 4.000 muertos, lo que no impidió a que varias ciudades fluminenses iniciaran en los últimos días una reapertura gradual de sus actividades.
La pandemia del coronavirus parece acelerarse también en el empobrecido noreste brasileño, una zona conformada por 9 de los 27 estados del país y que suma ya alrededor de 130.000 casos, con más de 7.000 decesos.
En esa región, la situación más crítica está en los estados de Ceará, con 2.493 fallecidos y donde algunas ciudades como la capital Fortaleza se encuentran bajo el confinamiento absoluto, y Pernambuco, que tiene 2.248 decesos.
Igualmente preocupa el escenario de Maranhao, que tiene 784 decesos y más de 22.000 casos de coronavirus y donde el Gobierno regional anunció un proceso «gradual y con seguridad» de liberación de las actividades económicas en el estado a partir de este lunes, tras tres semanas del llamado «lockdown».
Ya en el norte del país, el amazónico Pará, que también recién ha salido del confinamiento masivo, encabeza la lista de estados con más muertes (2.372), mientras que el vecino Amazonas, cuyo sistema funerario empieza a recuperarse tras el colapso de hace unas semanas, registra 1.781 fallecidos.