El alcalde de Villavicencio, Felipe Harman Ortiz, confirmó que otro menor estaría involucrado en la muerte de Martín José López de 9 años, en el barrio San Antonio en el sur oriente de la capital del Meta, luego de recibir un golpe contundente en la cabeza.
El mandatario local dijo en diálogo con RCN Mundo que este hecho “es un drama que no solo afecta a la ciudad en general, sino a dos familias a las que pertenecen los menores: uno muerto y el otro ya en poder de la fiscalía como el presunto agresor”.
“Tuvimos conocimiento del hallazgo del cuerpo de un niño que llevaba un día desaparecido, no presentaba signos de abuso o tortura, pero sí tenía un golpe en su cabeza, por lo que iniciamos la búsqueda del responsable, finalmente encontramos que el responsable sería otro menor de 14 años, quien además tenía las pertenecías del menor muerto, por lo que ya está bajo la protección del ICBF mientras se presenta ante un juez de garantías para el debido proceso”, dijo el alcalde.
El alcalde además confirmó que la familia del posible agresor, “es migrante y que ante el vínculo con la muerte del niño, habitantes de la zona intentaron lincharlos en su vivienda, en venganza por lo ocurrido”.
Por su parte, los familiares de Martín José López, el menor muerto, contaron que él salió de su casa desde la tarde del domingo a jugar maquinitas, pero solo varias horas después su madre lo reportó como desaparecido ante la Policía, quienes tras varias horas de búsqueda lo hallaron muerto, en un lote cercano a la vivienda.
«Él no sabe el dolor tan grande que me causó, se me llevó la vida entera», dijo Rocío Jiménez, madre del pequeño muerto quién describe el drama que está padeciendo su familia.
“Mi hijo era un niño de tan solo nueve años de edad, alegre, juicioso y amante del fútbol, deporte que practicaba en sus horas libres con otros compañeritos del sector de San Antonio, en el sur oriente de la capital del Meta, donde cursaba tercer año de primaria en el colegio Alfredo Molano Bravo de Villavicencio”, recordó la madre de la víctima.
“Otro de sus pasatiempos eran los videojuegos y por eso en la tarde del domingo, Martín me pidió permiso y 1.000 pesos para ir a practicar una hora de Xbox, hacia donde salió en su bicicleta al establecimiento en el que siempre departía con sus amigos”, añadió la mujer.
Al caer la tarde y percatarse que había pasado más de una hora lo llamó al celular y le dijo que se devolviera a la casa; el niño le aseguró que ya estaba de regreso, sin embargo, jamás llegó.
Rocío, la mamá del niño de 9 años decide salir a buscarlo por todo el barrio gritando su nombre a la espera de que le respondiera y pudieran reencontrarse, hecho que nunca ocurrió.
A la mañana siguiente, Rocío Jiménez relata que: “aunque guardaba la esperanza que mi hijo estuviera en otra casa o jugando con un amiguito, un vecino dijo que habían encontrado un niño muerto y yo supe que era mi hijo, se me vino el mundo encima y no lo podía creer”.
En medio del dolor de la familia, la Fiscalía General de la Nación seccional Meta, la Policía Nacional y la alcaldía avanzan en las investigaciones para esclarecer dicho caso que conmovió a la capital del Meta.
Preliminarmente se verificó que el niño fue encontrado entre los matorrales cerca de un colegio y que presuntamente falleció por un golpe y no por heridas de arma blanca o por abuso sexual como se especuló.
Además, las autoridades investigan una posible hipótesis de una riña a partir de una apuesta en un partido de fútbol de videojuegos, donde se habría generado una pelea con otro menor de 14 años, en la cual el más pequeño habría caído al piso y donde el otro lo agredió supuestamente lanzándole una piedra que le habría ocasionado la muerte.
“Justicia, justicia; él no tenía por qué arrebatarle la vida mi hijito, si quería robarlo solo era necesario quitarle la bicicleta o su celular, pero no matarlo”, afirmó la progenitora de Martín, quien a pesar de haber tenido acompañamiento por las autoridades exige que el caso no quede impune y se le sancione con una pena máxima al responsable.
Además, los habitantes del barrio San Antonio denunciaron la poca efectividad que tiene la Policía en la zona, donde abunda la inseguridad y no se actúa para evitarla, pese a los llamados que hacen los residentes.
Ante las críticas el comandante de la Policía Metropolitana de Villavicencio, el coronel Ricardo Sánchez Silvestre, dijo que se avanza en la investigación sobre lo ocurrido e hizo un llamado a los padres de familia para que cuiden mejor a sus hijos.