El presidente Iván Duque, durante la conmemoración el Día de la Libertad Religiosa y de Cultos, en la cual se reunió con líderes de diferentes confesiones y credos, se refirió al aborto, enfatizando en que «la vida empieza desde la concepción«. El mandatario evidenció su rechazo a esta práctica y dijo que discutir sobre el tema no es «anacrónico».
En el evento, que se realizó en Casa de Nariño, el mandatario señaló que lo que se ha querido con la Mesa de Diálogo Interreligioso y el Día de la Libertad Religiosa “es justamente reconocer que una sociedad democrática permite la participación de todos, nos invita a la convergencia a todos”.
«Hoy quiero agradecerles a todos porque hemos defendido la vida y no dejaremos de defenderla nunca. Somos respetuosos de la legalidad y de la juridicidad, pero eso no quiere decir que dejemos de defender que la vida empieza desde la concepción. Eso no quiere decir que claudiquemos en tener una capacidad persuasiva para que la sociedad entienda que el aborto no es un método anticonceptivo», expresó el mandatario.
Durante su discurso, dirigido a líderes religiosos de diferentes credos, Duque dijo que la discusión debe empezar «en la conciencia propia de entender que si la vida empieza desde la concepción, interrumpirla es atentar contra la vida misma. Porque no existe un derecho al aborto, no existe un derecho arrebatarle la vida a un ser con expectativa de entrar a la sociedad».
Para el mandatario, la legalización del aborto se ha tratado de disfrazar bajo el concepto de la libertad de elegir. «Yo creo que tenemos que ser capaces de ser lo suficiente mente maduros mentalmente y pedagógicos para no llegar nunca a esa decisión de la interrupción».
En ese sentido, advirtió que eso implica «ser capaces desde la edad temprana de ser consiente de cuál es nuestro rol en la sociedad como seres humanos. Yo creo que tener esa discusión no es anacrónico ni mucho menos denodado. Muchos han tratado de justificar ese tipo de aproximaciones inhumanas de situarse en el desprecio de la vida desde la concepción».
Indicó, además que, «una verdadera sociedad progresista es la que protege la vida, valora la vida y siembra conciencia para que la vida sea siempre defendida en nuestra acción en nuestras intervenciones humanas”.