La violencia se ha expandido a otras regiones, mientras unos 10 mil militares han sido desplegados en todo el país.
El Gobierno de Chile tomó la decisión de desplegar a las Fuerzas Armadas para devolver el orden y la calma en su país, alterado por violentos actos vandálicos que se han multiplicado en distintos puntos del territorio y que han causado la muerte de tres personas, además de 160 heridos y unas 300 detenciones.
La militarización del país ha ido en aumento para tratar de controlar los desmanes violentos que se registran desde el pasado viernes, a propósito de la radicalización de la protesta ciudadana contra el alza del precio del metro en la ciudad de Santiago y que se convirtió en la ‘punta del iceberg’ de la molestia de los ciudadanos quienes denuncian la desigualdad y encarecimiento desbordado en Chile.
Las fuerzas de seguridad se vieron sobrepasadas por la multitud de actos vandálicos que estallaban en puntos muy diversos de la capital de Santiago, entre incendios en estaciones del metro, barricadas, e infinidad de saqueos en comercios, supermercados, bancos y hoteles.
Esta situación motivó a la declaración de emergencia para confiar al Ejército el control del orden público en la capial, a la que se sumaron esta madrugada las regiones de Valparaíso (centro), Concepción (sur), las comunas de Coquimbo y La Serena, en la región de Coquimbo (norte) y la comuna de Rancagua, O’Higgins (centro).
En Santiago esta madrugada se desplegaron 1.500 militares más, para un total de 9.441 que fueron destinados en su mayoría a controlar puntos estratégicos de suministro de agua, luz, y cada una de las 136 estaciones del metro.
Las autoridades militares a las que se les designó el mando decretaron el toque de queda en Santiago, Valparaíso y Concepción hasta las 7.00 hora local, que no impidió que aunque en menor medida, siguieran dándose saqueos en supermercados y centros comerciales.
Tras sofocar las llamas de uno de los supermercados saqueados, las autoridades encontraron dos cuerpos calcinados y otra persona en muy malas condiciones que fue trasladada a un hospital y falleció, que se convirtieron en las primeras víctimas mortales de estos disturbios.
La violencia se expande por el país
Los actos violentos se descontrolaron este sábado y se replicaron en varias regiones del país, en especial en las cuatro para las que rige para los próximos 15 días el estado de emergencia.
Fueron incendiados supermercados, vehículos, autobuses e incluso iglesias, en medio de una vorágine violenta que parecía incontrolable y que ni siquiera tras el anuncio del presidente del país, Sebastián Piñera, de que se paralizaba la subida del precio del billete del metro, logró calmar los ánimos.
Aunque no la mitigó por completo, la violencia fue en descenso a medida que comenzó a regir en la madrugada el toque de queda, que prohibió la libre circulación de ciudadanos por las calles si no cuentan con un salvoconducto.
¿Cuál es el problema de fondo?
El descontento de parte de la sociedad por el sistema de pensiones chileno administrado por empresas privadas, el costo de la salud, el deficiente sistema público de educación y los bajos sueldos con relación al costo de la vida, emergió con las protestas por el precio del metro.
«La gente esta cansada de tantos abusos, solo queremos una marcha pacífica, queremos tener jubilaciones dignas y una educación buena para nuestros hijos y eso no se está diciendo», dijo una mujer en medio de las protestas.
Tras el estallido de la violencia y por la afectación de muchas estaciones que fueron quemadas, el metro de Santiago decretó el cierre de todas sus líneas y este domingo la empresa de autobuses urbanos de la capital suspendió el servicio hasta las 7.30 hora local.
Además, se cancelaron al menos 42 vuelos con salida y llegada al Aeropuerto Internacional de Santiago.
Por otro lado, el paso fronterizo de Los Libertadores, principal vía terrestre entre Chile y Argentina y ubicado en Valparaíso, quedó cerrado tras comenzar el toque de queda en esa región.