El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se mostró este martes «profundamente preocupado» ante la ola de violencia que está sacudiendo los territorios palestinos ocupados e Israel.
«Condenamos cualquier acto de violencia y cualquier incitación a la violencia, así como las divisiones étnicas y provocaciones», dijo el portavoz del organismo Rupert Colville, a los periodistas en Ginebra.
También subrayó que los disparos de cohetes desde Gaza hacia Israel «estaban totalmente prohibidos por la ley humanitaria internacional y deben cesar inmediatamente».
Al menos 22 palestinos, nueve de ellos niños, murieron en Gaza en las últimas horas en bombardeos israelíes, realizados en respuesta a los lanzamientos de cohetes.
El ejército israelí dijo que había matado a 15 miembros de Hamás y del brazo armado de la Yihad Islámica, otro movimiento palestino.
Los bombardeos estaban dirigidos contra 130 objetivos militares, la mayoría pertenecientes a las infraestructuras de Hamás.
Además, en la Explanada de las Mezquitas ha habido enfrentamientos entre palestinos y policía israelí en los últimos días en los que hubo centenares de heridos.
En Israel, los socorristas informaron de varios heridos tras los disparos de cohetes desde el enclave palestino.
Según un último balance del ejército, se lanzaron 200 cohetes hacia Israel desde el lunes, un 90% de los cuales fueron interceptados por el escudo antimisilesCúpula de Hierro. Otros muchos cayeron dentro de la Franja de Gaza, un territorio controlado por Hamás.
Los nuevos ataques y salvas de cohetes intervienen en un contexto de violencia en Jerusalén Este, sector palestino de la Ciudad Santa ocupado y anexionado por Israel.
El lunes, unos 520 palestinos y 32 policías israelíes resultaron heridos en nuevos choques en la Explanada de la Mezquitas y en otros puntos de Jerusalén Este.
Hamás había amenazado a Israel con una nueva escalada militar si sus fuerzas no se retiraban a las seis de la tarde (hora local) de la explanada.
Los enfrentamientos coincidieron con el «Día de Jerusalén» que, según el calendario hebreo, marca la toma de la parte oriental de la Ciudad Santa por el ejército israelí en 1967.