Tras la reciente aparición de un nido de avispas gigantes en el Estado de Washington (Estados Unidos), los científicos temen que esta especie pueda aparecer en Latinoamérica.
Este animal considerado como «la avispa asesina», tiene un gran impacto negativo en los cultivos agrícolas y apícolas. Por esa razón, pondría en riesgo la seguridad alimentaria de la humanidad según los expertos.
El instituto Humboldt señala que «las alertas se encendieron ante esta amenaza invasora que pondría en riesgo sectores como el apícola y el agropecuario. El incierto escenario y las especulaciones no han dado tregua durante las últimas semanas. Mientras algunos científicos atinan a que es cuestión de tiempo que la especie se establezca en el sur del continente, otros aseguran que no representa un riesgo».
La entidad señaló que a través de la línea de Colecciones Biológicas-Entomología, se dio a la tarea de desarrollar una modelación de distribución de la especie, la cual concluyó que con los registros de presencia del avispón en Asia obtenidos del Global Biodiversity Information Facility – GBIF y las 19 variables bioclimaticas de WorldClim – Centro Clima, en Colombia no se encuentran climas idóneos para que la especie pueda establecerse.
El investigador líder de la colección de entomología del Instituto Humboldt, Jhon César Neita, explicó que «estos avispones suelen atacar a colonias de abejas y otras colonias de la misma especie. En el caso de las abejas, al haber coevolucionado con ellos, han desarrollado estrategias para evadir a estos depredadores. Una de ellas consiste en matar el avispón centinela».
Agregó que «para ello, las abejas se abalanzan sobre este centinela, primer individuo espía en llegar a la colonia y con el batido de sus alas elevan la temperatura a un punto tal que calcinan al centinela, impidiendo que este comunique a los demás avipones la ubicación de la colonia de abejas. Si un centinela no es muerto por las abejas y los demás llegan, estos producen una masacre en las colonias ya que decapitan y parten a las abejas adultas y van por su botín, en este caso lo constituyen los estados inmaduros (larvas y pupas) de las abejas y otras colonias de avispones, con la cual se alimentan los estados inmaduros de los avispones invasores en sus colonias».
El investigador explicó que es poco probable que la especie puede adaptarse al clima de Colombia, dado que «las hembras de esta especies como parte de su ciclo reproductivo (historia natural de la especies) requieren una hibernación, la cual se lleva a cabo durante la época de invierno (bajas temperaturas, punto de congelación) y ante la ausencia de este ciclo, la biología de la especie se ve afectada y por tanto, la capacidad de adaptación es nula. Por consiguiente la especie sucumbiría. En conclusión, las temperaturas y ciclos climáticos determinados por la latitud constituyen una barrera en la distribución de las especies».