Para procurar el valioso líquido en más de 5 mil habitantes del casco urbano de este municipio, se realizó la canalización, y la construcción de un jarillón de 4 metros de alto y 400 metros de longitud en el caño Las Guamas.
La intervención fue necesaria, para encausar el importante afluente de aguas cristalinas, pues este había cambiado su dirección afectando el aporte en la bocatoma.