A través de un comunicado, la ONU en Colombia expresó su confianza en que las elecciones presidenciales del próximo domingo serán participativas e incluyentes, «en un ambiente de respeto y libre de violencia».
Naciones Unidas aplaudió la tradición de democracia de Colombia pero también la solidez institucional, «incluyendo la del sistema electoral».
En ese sentido, la Organización internacional dice que espera que sea una jornada electoral con todas las «garantías a los derechos políticos de la ciudadanía y de sus representantes, los principios de transparencia, la rendición de cuentas y el Estado de Derecho».
Con esta misma visión, reaccionó la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP/OEA), que resaltó la importancia de que el próximo domingo, los colombianos participen de las elecciones presidenciales de forma «activa, libre y consciente, con el mayor sentido democrático».
También destacó la importancia de que haya «garantías de seguridad en los territorios, sin obstáculos e interferencias de ninguna índole para votantes, testigos y candidatos de todas las fuerzas políticas, sin excepción».
Garantías que también piden para los jurados, observadores electorales y los integrantes de las instituciones y representantes electorales.
Esta Misión de Apoyo a la Paz de la OEA considero que las elecciones del domingo son históricas para lograr una «paz completa».
En su comunicado menciona que esa paz «solo se alcanza en el marco de la democracia y el desarrollo, particularmente en los territorios más afectados por el conflicto armado, la criminalidad y la inequidad».
Polarización, descontento y reformas
Las reformas para continuar con el crecimiento económico y avanzar en derechos, una polarización sin precedentes en el país y un descontento por las demandas sociales insatisfechas están entre los desafíos que tendrá quien gane las elecciones presidenciales.
Esta coyuntura, además, se enmarca en un desafío que se agudiza: el aumento de la violencia y la disyuntiva que se le presentará al próximo mandatario, sentarse a negociar con los grupos armados y la guerrilla o seguir con una aproximación de «paz con legalidad» que ha abanderado el actual Gobierno.
A esto se añade la presión para mantener el crecimiento económico -de un 10,6 % del PIB en 2021- que ha experimentado Colombia y su responsabilidad de adoptar medidas que garanticen su continuidad y a la vez dobleguen la curva inflacionaria del país.
En esta línea, «lo primero que tiene que hacer el próximo Gobierno es garantizar que haya recursos para poder hacer todas las reformas sociales», alerta el analista político Pedro Viveros en una entrevista con la agencia internacional EFE, donde apunta a la necesidad de aprobar una reforma tributaria con la que, por el momento, todos los candidatos han mostrado estar de acuerdo.
Esta reforma debería ir acompañada de otra de las pensiones, dos grandes proyectos legislativos para los que el próximo presidente deberá buscar respaldo en el Congreso, donde se topará con otro desafío: la polarización, ya que hay «grandes divisiones», en palabras de Viveros.
Las demandas que los colombianos sacaron a las calles durante los dos últimos estallidos sociales, en 2019 y en 2021, siguen siendo una asignatura pendiente que el próximo mandatario deberá enfrentar, tratando de impulsar un «modelo productivo más inclusivo», que tenga en cuenta el tema de la tierra y de la seguridad alimentaria, explicó por su parte el analista Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario.