El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró este martes que asesinar a civiles es un «crimen de guerra» y pidió que todos los responsables de matanzas, como la de Bucha, en los alrededores de Kiev, sean llevados ante la justicia.
«Fijar como objetivo y asesinar a civiles es un crimen de guerra. Todos los hechos deben establecerse y todos aquellos responsables por estas atrocidades deben ser llevados ante la justicia», declaró el político noruego en una rueda de prensa previa a la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN, que se celebra el miércoles y jueves en Bruselas.
Aseguró también que temen «nuevas atrocidades» cuando se pueda entrar en otros territorios de Ucrania que han estado bajo control ruso en estas semanas y denunció «crímenes de guerra».
«Me temo que seremos testigos de otras atrocidades. Los rusos controlan todavía una parte del territorio ucraniano. Cuando estas zonas sean recuperadas corremos el riesgo de descubrir más fosas comunes, más atrocidades, más ejemplos de crímenes de guerra», dijo.
Jairo Libreros, profesor de seguridad y defensa nacional de la Universidad Externado de Colombia, explicó en RCN Mundo que eventualmente se podrá adelantar un juicio en la Corte Penal Internacional (CPI) contra Vladimir Putin, a quien el mismo Joe Biden lo ha calificado en dos ocasiones como «criminal de guerra» y un «tipo brutal».
Ese llamado para que el ruso, como jefe de Estado, y sus militares asuman la responsabilidad en la guerra, se intensificará a medida que se vayan descubriendo escenas como las de Bucha, donde fueron halladas cientos de personas muertas tras el retiro de los soldados rusos.
Pero la realidad, como contó el profesor Libreros, es que la CPI «no ha avanzado mucho en temas relacionados con la responsabilidad o con la investigación y juzgamiento de jefes de Estado que resulten involucrados en infracciones al Derecho Internacional Humanitario».
Recuerda el caso del expresidente de Liberia, Charles Taylor, condenado en 2012 a 50 años de cárcel por crímenes de guerra en su país y en Sierra Leona; condena dictada por un tribunal especial de la ONU para este caso.
«Esto no cobijaría el trabajo de la CPI porque ese tribunal especial creado para Sierra Leona empezó a funcionar en octubre de 1996. Sin embargo, es el referente mas importante» de justicia para un jefe de Estado.
«A la fecha no hemos encontrado la investigación más avanzada y mucho menos una condena que involucre de manera directa la responsabilidad de un jefe de Estado», dijo Libreros.
El experto recordó que Rusia no ha suscrito el Estatuto de Roma, no reconoce por ende la autoridad y competencia de la CPI, pero «el Consejo de Seguridad de la ONU puede darle instrucción a la fiscalía de la CPI para que realice indagaciones preliminares para determinar la responsabilidad de un jefe de Estado o de las fuerzas en la comisión de una infracción del Derechos Internacional Humanitario, desde ese punto de vista, sí podría ser investigado» Putin.
Pero hay un obstáculo adiciona y es que «Rusia, como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, puede vetar esa decisión. Es casi una situación de suma cero (…) porque la propia Rusia va a sabotear la decisión».
Lo cierto es que sería imposible una salida negociada al conflicto si se declara a Vladimir Putin como un criminal de guerra.
Para Libreros, hay una segunda ventana abierta: «La aplicación de la jurisdicción internacional que puede ser adelantada por cualquier país que integre la Unión Europea y así lo ha establecido el tribunal de Estrasburgo».
Fuente: Daniela Henao Cardozo – RCN Radio