El Gobierno de Panamá ha tomado una postura firme en su gestión de la migración irregular, comprometiéndose a incrementar las deportaciones de aquellos migrantes que llegan al país a través del Tapón de Darién, una selva inhóspita que sirve como frontera natural entre Panamá y Colombia. Las autoridades panameñas anunciaron nuevas medidas, subrayando su determinación de reducir el tránsito irregular, que en el pasado mes de agosto ya había mostrado una disminución de más del 50% gracias a las políticas implementadas por el presidente José Raúl Mulino.
El ministro de Seguridad Pública, Frank Alexis Ábrego, fue claro en sus declaraciones, reconociendo las dificultades logísticas que implica el aumento de deportaciones diarias. «Es claro y evidente que, ante el volumen de personas, es difícil decir que vamos a deportar unos 500 por día, pero estamos mejorando la logística. Estamos en el inicio de este programa», afirmó Ábrego, según lo reportado por el diario panameño El Siglo. Este enfoque subraya el desafío que enfrenta Panamá al intentar gestionar el flujo constante de migrantes que utilizan esta ruta peligrosa para dirigirse principalmente hacia Norteamérica.
Uno de los puntos clave del plan del gobierno panameño es que las repatriaciones se están llevando a cabo de manera voluntaria, permitiendo a los migrantes decidir si desean regresar a sus países de origen. Sin embargo, Ábrego también señaló que han intensificado los esfuerzos para detectar y deportar a criminales que han ingresado al país a través del Tapón de Darién.
«El objetivo es cortar el paso de estos criminales hacia Estados Unidos. Nuestro interés primordial es proteger a la ciudadanía del acceso de estos delincuentes que intenten pasar a través de nuestro país; por ejemplo, en los dos últimos meses hemos detectado a dos miembros de la mara Salvatrucha de El Salvador y el último incluso ya residía en nuestro país», destacó el ministro, reflejando la preocupación por la seguridad interna y la amenaza que representan estos grupos.
Este enfoque de seguridad no se limita únicamente a la frontera panameña. La Administración de Joe Biden ha estado colaborando estrechamente con Panamá para contener el flujo migratorio hacia la frontera sur de Estados Unidos. En este sentido, el apoyo financiero de Estados Unidos ha sido significativo, con una aportación de seis millones de dólares para facilitar los vuelos de deportación, como parte del memorando de entendimiento firmado entre ambos países. Este acuerdo muestra la preocupación compartida por controlar la migración irregular y evitar que los criminales puedan cruzar fronteras sin ser detectados.
El tránsito por el Tapón de Darién ha sido históricamente una ruta extremadamente peligrosa, pero eso no ha impedido que más de medio millón de personas lo hayan atravesado en 2023. Para gestionar este desafío, las autoridades panameñas cerraron tres pasos en julio, con la intención de reducir o al menos canalizar las llegadas de migrantes.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely