El papa Francisco celebró el rezo del ángelus en el día que la iglesia celebra San Esteban, el primer mártir, solo en la biblioteca del palacio pontificio y sin asomarse a la Plaza de San Pedro, pues recordó que «hay que colaborar con la disposiciones dadas por las autoridades» para prevenir el contagio de covid-19.
Al concluir el rezo, saludó a todos los que siguieron este ángelus por los medios de comunicación y recordó que debe hacerlo así «para evitar que la gente venga a la plaza y porque hay que colaborar con las disposiciones que han dado las autoridades para poder huir de esta pandemia».
También agradeció todos los mensajes de felicitación por la Navidad que ha recibido de Roma y de todo el mundo
La plaza de San Pedro, que se llenaba de turistas y fieles en estas fechas, permanece completamente vacía ya que en esto días el Gobierno italiano ha decretado un confinamiento para evitar concentraciones de personas.
En su mensaje de hoy, Francisco pidió rezar por los cristianos que sufren persecución, que afirmó son muchos más que en los primeros tiempos de la Iglesia.
Francisco recordó que estos cristianos «responden a la opresión con mansedumbre y, como verdaderos testigos de Jesús, vencen el mal con el bien» como hizo San Esteban, el primer mártir y que celebra hoy la Iglesia.
En su mensaje antes del rezo del ángelus, el papa pidió a los católicos que «hagan de la vida una obra extraordinaria a través de los gestos de todos los días. En el lugar donde vivimos, en familia, en el trabajo, en todas partes….»
«Estamos llamados a ser testigos de Jesús, aunque solo sea regalando la luz de una sonrisa y huyendo de las sombras de las habladurías y los chismes. Y, si vemos algo que no va bien, en lugar de criticar, chismorrear y quejarnos, recemos por quienes se equivocaron y por esa difícil situación», aconsejó.
Y cuando surja una discusión en casa, añadió, «en lugar de intentar prevalecer, intentemos resolver; y empezar de nuevo cada vez, perdonando a los que nos han ofendido».