Una gran controversia suscitó el viaje que hizo la primera dama de la Nación, María Juliana Ruiz, con sus tres hijos y siete invitados especiales al Eje Cafetero, en el segundo avión presidencial (FAC 002) para celebrar el cumpleaños de una de sus hijas.
Pese a que la Casa Militar presidencial aseguró que el uso que se hizo de dicha aeronave asignada a la Presidencia de la República fue «planeado, transparente, austero y administrado de conformidad con el marco jurídico», desde varios sectores han salido a cuestionar este hecho.
Para Andrés Hernández, director de Transparencia por Colombia, este viaje transgrede la ética pública y considera que sí hubo uso indebido del avión, cuando a este se subieron terceros.
«Hubo un uso indebido para un beneficio particular de un bien público teniendo en cuenta que el presidente, la primera dama y su familia tienen una situación particular de seguridad que requiere atención, pero cuando se trata de involucrar en esto a terceros y particulares nos parece que ese no es el propósito de los recursos que todos estamos pagando», afirmó en diálogo con La FM.
Cuestionó la respuesta que dio la Casa Militar y afirmó que entonces se deben revisar los manuales y procedimientos estipulados para el uso de bienes públicos.
«Es importante hacer un llamado sobre qué es lo que estamos considerando como el uso apropiado de este tipo de bienes y de instrumentos públicos para el beneficio de la familia presidencial, tenemos que revisar esos manuales para que evidentemente si es necesario tengamos la claridad que los recursos y los bienes públicos no son para beneficio de terceros«, agregó.
Hernández hizo un llamado al Gobierno de Iván Duque a ser «coherente con su discurso que ha sido fuerte en términos de transparencia e integridad contra la corrupción» y que lo refleje en el ejercicio del día a día de su labor.