Durante un foro que se realizó en la Universidad Javeriana sobre la participación política en el posconflicto se criticó el sistema electoral actual y se reiteró la necesidad de reformarlo. Pero, los partidos minoritarios consideran que de no hacerla dando garantías, podrían verse afectados, pues al darle participación política a las Farc, ellos podrían desaparecer.
Esa preocupación se vio reflejada con la propuesta de la Fundación Paz y Reconciliación sobre darle nueve curules en el Senado de manera directa al grupo guerrillero que tendrían vigencia en dos periodos consecutivos, y crear 17 puestos adicionales en la Cámara de Representantes que serían permanentes.
El senador del Polo Democrático Jorge Enrique Robledo, fue el primero en señalar que se debe hacer una reforma estructural pero en los temas que realmente se requieren y en los que según él no ha querido ahondar el Gobierno, especialmente porque el proceso de paz no va a solucionar muchas de las falencias que existen hoy.
“Hasta donde yo entiendo lo que hacen es introducir en el sistema político y electoral a las Farc, pero en muchos temas, el sistema es espantosamente retardatorio, es lo que yo estoy viendo venir. Saludo su reintegración a la vida política, pero eso no quiere decir que las cosas vayan a cambiar como seguramente muchos quisiéramos”, afirmó.
Entre esos temas a cambiar tendrían que ser las garantías para la oposición considerando especialmente que se crearán ayudas para que las Farc ingrese como grupo político a la contienda electoral, dado que si no es así, ellos podrían desaparecer.
“Aquí estamos al borde de una cosa que hasta ridícula va a resultar, y es que quienes hemos estado en esta lucha, en las elecciones de 2018 por el sistema de umbrales, salgamos del Congreso, como ya salió el Mira del Senado”, explicó.
A su turno el Ministro del Interior (e), Guillermo Rivera afirmó que lo que se debe buscar es garantizar la permanencia de los partidos que son minoritarios y los que hacen oposición, además del partido político de las Farc.
“No puede ocurrir que en estas reformas no se garantice la permanencia de partidos que han ejercido la posición, como el Polo Democrático. Sería imperdonable que personas como el senador Robledo o sus correligionarios en el Polo se queden por fuera. La idea es que quienes están en armas ingresen a la vida política y los sectores de oposición continúen en ella contando con mayores garantías. (…) El estatuto de oposición -que se está discutiendo con los partidos-, es un estatuto que busca dar mayores garantías”, explicó.
Mientras tanto, el senador Mauricio Lizcano del Partido de la U, afirmó que la propuesta de nueve curules directas para las Farc, es exagerado y que hay que buscar un consenso para que se vean beneficiadas las partes.
“Hay que hacer una cosa más proporcional de acuerdo a los partidos minoritarios y de acuerdo a lo que existe en el Congreso. A mí me parece una propuesta exagerada en número de curules. Sí estoy de acuerdo en que participen en el Congreso una vez firmen los acuerdos, una vez pase la justicia transicional, pero por supuesto esa propuesta en número es desproporcionada”, sostuvo.
Hay que mencionar que en el apartado de la reforma electoral que se deberá hacer en el posconflicto, para garantizar la participación política de las Farc, fortalecer la participación de todos los partidos y mejorar el sistema electoral, la mayoría coincidió en que se debe eliminar el Consejo Nacional Electoral.
El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila propone crear varias instituciones que reemplacen a dicho organismo.
“Crear un Colegio Electoral, que sería el encargado de las elecciones; un Tribunal Supremo Electoral que es el encargado de dirimir todos los conflictos; una Unidad que investigue el tema de financiación de campañas y la Registraduría solo la mantenemos para la inscripción de firmas”, explicó.
Por su parte, el magistrado Armando Novoa, del Consejo Nacional Electoral dijo que de hacerse una reforma, de cara al posconflicto, debe hacerse a profundidad.
“Es más importante al interior del Consejo Nacional Electoral reflejar la opinión de los partidos que representar la institucionalidad electoral en Colombia. Yo voy a decir algo muy fuerte: si no hay una reforma electoral, con esta organización las reformas que queden plasmadas en la constitución o en las leyes van a ser un saludo a la bandera, porque no va haber una autoridad con independencia y autonomía que logre manejarlas con un criterio de neutralidad política”, aseguró.