“No tengo nada de qué sentirme culpable, un trabajo es un trabajo”, asegura Sayed Sadaat al escuchar algunas críticas por dedicarse a repartir comida en su bicicleta luego de liderar la cartera de comunicaciones del gobierno afgano.
En 2018 dejó el Ministerio por desacuerdos con el gobierno y a finales del 2020 se trasladó a Alemania en busca de un mejor futuro, sin embargo, su vida en ese país no ha sido fácil en términos laborales.
El hombre de 49 años le contó a la agencia de noticias ‘Reuters’ aunque ha presentado hojas de vida y ha tocado varias puertas, el no saber alemán lo ha descalificado en varias ofertas de trabajo.
Sadaat cuenta con títulos de informática y telecomunicaciones y tienen nacionalidad británica, pero admite que lo más importante es el idioma; “entre más sales y te relacionas con las personas, más aprendes”, manifiesta el exministro.
Después de mucho intentar, encontró un trabajo como repartidor de comida, en el que trabaja seis horas. Al salir de su jornada, se dedica a estudiar alemán.
Esta historia ha causado varias opiniones a favor y en contra del afgano que salió de su país hace varios años y hoy busca sobrevivir como inmigrante.
Al ser preguntado por si se sentía mal por lo que hacía y tras desempeñar cargos importantes, Sadaat dijo: “Mi alma está feliz y no tengo nada de qué sentirme culpable, así que estoy haciendo un trabajo normal”.
Muchos de sus compatriotas comparten este sentir y buscan la manera de abandonar de Afganistán, tras la toma del poder por parte de los talibanes.