El más reciente Índice de Progreso Social (IPS) reveló que pese al coletazo de la pandemia, 14 ciudades del país lograron avanzar en el último año en satisfacer sus necesidades básicas, siendo Quibdó la ciudad que continúa con grandes retos a nivel de progreso social.
El índice encontró que en las 15 ciudades estudiadas el Progreso Social no depende necesariamente del crecimiento económico.
Manizales continúa liderando los resultados con 77,49 puntos sobre 100, lo que significa que es la ciudad con más desarrollo e incidencia de progreso social del país. Le sigue Medellín con 70,49 y Montería con 70,47. Ciudades como Bogotá y Barranquilla se encuentran en la mitad del índice de séptimo y octavo lugar. Quibdó cierra el ranking 54,16, siendo la ciudad con más retos a nivel de progreso social del país.
En cuanto a necesidades básicas, como la nutrición, la asistencia médica básica, el agua, el saneamiento, la vivienda y la seguridad personal, se tuvo un total agregado de 76,70, en donde la seguridad es el componente con más retos a nivel nacional, teniendo un resultado de 61,51.
En ciudades como Bogotá o Medellín, los hurtos afectan la percepción de seguridad personal, mientras en Quibdó son los homicidios.
Así mismo, el componente de la nutrición y cuidados médicos básicos, donde se evalúan aspectos como la mortalidad infantil y materna y la desnutrición, entre otros, es otro componente que necesita atención prioritaria, pues tuvo un retroceso en los resultados generales entre 2016 y 2020.
La segunda dimensión es Fundamentos de Bienestar, que evalúa el acceso a conocimiento básico, el acceso a información y comunicaciones, la salud, el bienestar, y la sustentabilidad del ecosistema. La tercera dimensión es oportunidades, que evalúa los Derechos Humanos, la libertad personal, la libre elección, la tolerancia, la inclusión y el acceso a la educación superior, y tuvo un resultado total de 60.89.
El componente que más ha avanzado en esta dimensión es el aseguramiento de la libertad personal y de elección, obteniendo un resultado de 68,89.
Por su parte, el componente de derechos personales, que evalúa aspectos como el derecho a la participación política o la violencia contra los niños, obtuvo 65,57.