El presidente Gustavo Petro estuvo este miércoles en Ciénaga de Oro, Córdoba, para formalizar la entrega de 1.641 hectáreas de tierras a 200 familias campesinas.
Los predios «pertenecieron a las mafias en Ciénaga de Oro» y habían sido sometidos a extinción de dominio, explicó la Sociedad de Activos Especiales (SAE), cuyo presidente, Daniel Rojas Medellín, acompañó al primer mandatario durante el acto.
Petro reiteró que las tierras que han sido objeto de extinción de dominio van a seguir siendo entregadas a los campesinos, y que ese proceso se va «a hacer en paz».
«Por eso aquí estamos en este acto, que es el primero en Ciénaga de Oro, entregando unas haciendas. Esas haciendas las quitó la ley a los narcotraficantes. Esos narcotraficantes aún no se han dado cuenta de que hay otra realidad en Colombia y amenazaron a los funcionarios que quisieron trasladar esas haciendas al campesinado; quisiera repetir las noches oscuras y negras de hace unas décadas».
«El presidente de la República les dice que no, que vamos a cuidar, porque hay un gobierno, un Ejército y una Policía que, a diferencia del pasado, va a cuidar al hombre y la mujer humilde campesina y a sus niños y sus niñas. Toda la tierra en extinción de dominio, la que tenemos en nuestras manos y la que a través de la corrupción han querido quitarle al pueblo, va a pasar al campesinado de Colombia para producir alimentos», añadió el presidente.
Petro: «Se hará una ley de la reconciliación nacional»
En ese punto, Petro aprovechó para enviar un mensaje a los narcotraficantes y anunció que promoverá una ley de reconciliación nacional que los incluya. «A esos narcotraficantes les decimos que hay otro camino, que a pesar de los insultos que recibo todo el día y todos los días, en donde me llaman loco, en donde creen que soy un corrupto como ellos, yo les digo: también los narcotraficantes tienen aquí un camino, se hará una ley de la reconciliación nacional para que todos aquellos y aquellas que hayan sido incursos en la ilicitud, en la violencia, puedan tener un camino y un vivir en esta nación colombiana una vez se deje de la mente, del cerebro, de las ideas la idea de matar al compatriota, la idea de quitar y despojar al compatriota humilde».
«Este gobierno va a hablar, pero ese hablar no consiste en arrodillarse, en dejarse cooptar, en prácticamente ponerse a temblar porque ofrecen un vaso de whisky con hielo en un club privado muy famoso», dijo el primer mandatario.
«Este gobierno va a hablar desde el nombre de las personas que votaron por él, que representa a esas personas y queremos representarlas porque nos sentimos felices y contentos haciéndolo. No somos representantes ni de banqueros ni de grandes corruptos. No somos representantes de narcotraficantes y gente sanguinaria«.
«No somos representantes del poder de facto. Somos los representantes del campesino, de la campesina, del obrero, de la obrera, del estudiante, de la gente humilde de Colombia y nos apersonamos de ello con orgullo, no nos da vergüenza que nos digan locos. Pueden decirlo y cansarse todos los días porque nuestra locura es la democracia, porque nuestra locura es la libertad, porque nuestra locura es la justicia y la justicia, antes que nada, es la justicia social», concluyó.
Fuente: Sistema Integrado Digital – RCN Radio – Gustavo Gómez Martínez