Durante un diálogo con 18 congresistas y personalidades de Estados Unidos, organizado por la Fundación Aspen y que se realizó este jueves en Cartagena, el presidente Gustavo Petro reafirmó su propuesta hecha al Gobierno de ese país para avanzar hacia un ‘pacto por la vida’ en las Américas.
El mandatario indicó que los pilares de dicho pacto son la descarbonización de la economía, la industrialización de las energías limpias, a través de una red eléctrica continental, el cambio del fracasado modelo de lucha contra las drogas y la reducción de la desigualdad social, entre otros.
“Creo que las Américas necesitan de mucho diálogo, de nuevos entendimientos, de un nuevo pacto”, dijo.
Agregó: “Hemos propuesto en el diálogo con el Gobierno de los Estados Unidos, en estos seis meses que gobierno aquí, el que dialoguemos sobre la crisis climática, es decir, el equilibro entre el ser humano y la naturaleza”.
“En el norte hay una enorme necesidad de descarbonizar la economía. Sin eso, la humanidad no avanza, no vive, se extingue el planeta.
En el sur, tenemos la mayor potencialidad energética. Simplemente interconectando las redes de energía de los países podríamos complementarnos en un nuevo pacto, que sería un ‘pacto por la vida’”, sostuvo.
Igualmente, basado en cifras oficiales, consideró que hay una involución en el tiempo en la lucha contra las drogas, siendo la sociedad de Estados Unidos una de las más afectadas, al llegar amuchas víctimas por año como consecuencia de la adicción al Fentanilo.
Recalcó que “este es el resultado de una política pública que hace énfasis en la represión y la criminalización”.
Señaló que Colombia y otros países de América Latina también han sufrido las consecuencias de esta política errada, que ha dejado un millón de muertos en la región, la mayoría colombianos, así como desestabilización democrática y creciente corrupción.
En este sentido, el jefe de Estado llamó la atención acerca del empoderamiento de las organizaciones narcotraficantes, que hoy son verdaderas multinacionales, con circuitos financieros a través de los cuales desarrollan actividades ilícitas, como el lavado de dólares y la compra de armas cada vez más sofisticadas.
En relación con este tema, el mandatario preguntó: “¿Seguimos por el mismo camino? Porque pueden pasar otros 50 años y no estaremos nosotros, pero si las cosas siguen como vienen en estos primeros 50 años, los próximos 50 serán peores”.
“Esa desigualdad social es la cuna que motiva la violencia y yo creo que es la cuna que dio origen a estas interacciones con economías ilegales”, precisó y afirmó que, por eso, uno de los retos de su Gobierno es desligar secciones de la sociedad de la violencia enquistada.
Al referirse a los campesinos cultivadores de coca, dijo que “hemos propuesto la paz, no con el narcotráfico”, sino con la base de la sociedad que es usada en las relaciones mercantiles y comerciales del narcotráfico».
El jefe de Estado también se refirió a la importancia de impulsar en Colombia la producción de alimentos, para lo cual es fundamental garantizar a los campesinos el acceso a la tierra, a través de la reforma agraria.