Por segundo año consecutivo, la población china sigue en descenso. Para 2023 se registró una caída de 2,3 millones de población debido a la falta de matrimonios y posterior disminución de nacimientos, en comparación a la cantidad de muertes registradas.
En 2023 nacieron 9,02 millones de bebés, frente a los 9,56 millones de 2022, demostrando por séptimo año consecutivo un descenso en la natalidad.
Mientras tanto, 11,1 millones de personas murieron, convirtiendo al gigante asiático en el país con más personas mayores en el mundo. El total de población china el año pasado fue de 1.409,67 millones, según la Oficina Nacional de Estadísticas.
El gobierno en cabeza del presidente Xi Jinping, ve con angustia cómo la población se envejece y las personas en capacidad de trabajar cada vez es menos.
En 1980, el Gobierno chino implementó la radical medida de hijo único, con el fin de controlar el boyante crecimiento de la población. En 2015, decidieron quitar la política, pero el daño ya estaba hecho.
Las mujeres chinas crecieron como hijas únicas, lo que les permitió acceder a mejores oportunidades de estudio, empelo, y empoderamiento.
Xi ha hablado en varias ocasiones sobre el rol de la mujer, el cual debe ser, según él, en el hogar. Su gobierno ha promovido una «cultura del matrimonio y la maternidad” y a influir en lo que las jóvenes piensan sobre “el amor y el matrimonio, la fertilidad y la familia”. Pero algunas mujeres desafían ese rol.
Pero algunos expertos aseguran que la nueva generación de mujeres no se siente segura sobre tener bebés en China, y han reinterpretado el rol que deberían ocupar.
En China es poco común que las mujeres tengan hijos solteras, o sin estar casadas, por lo que la propaganda sobre natalidad promovidas por el Estado están enfocadas en el matrimonio y en tener hijos, bajo el lema de «rejuvenecimiento de la nación«.
Las tasas de matrimonio han estado cayendo por nueve años. Esa tendencia, que antes se limitaba principalmente a las ciudades, se ha extendido también a las zonas rurales, según estadísticas gubernamentales.
En parte, porque conseguir un divorcio no es tan fácil. Un análisis de casi 150.000 fallos judiciales sobre casos de divorcio realizado por Ethan Michelson, profesor de la Universidad de Indiana, encontró que el 40 por ciento de las peticiones presentadas por mujeres fueron denegadas por un juez, a menudo cuando había pruebas de violencia doméstica.
«Ha habido muchas señales fuertes desde lo más alto, de boca del propio Xi, acerca de que la familia es la base de la sociedad china y la estabilidad familiar es la base de la estabilidad social y el desarrollo nacional», dijo el Sr. Michelson. «No hay duda de que estas señales han reforzado las tendencias de los jueces», afirmó.
Fuente: Sistema Integrado de Información – RCN Radio – Juan Camilo Cely