Cuba advirtió este miércoles a la administración saliente de Estados Unidos que no la vuelva a incluir en la lista de estados que patrocinan el terrorismo, una medida que, según se informa, se está debatiendo y que podría obstaculizar la diplomacia del presidente electo Joe Biden.
El secretario de Estado Mike Pompeo está analizando la posibilidad de, antes de dejar el cargo el 20 de enero, volver a incluir a Cuba en esa lista negra, lo que impondría severas limitaciones a la inversión extranjera, dijo una persona cercana al caso.
Citando a un alto funcionario de la administración saliente que no quiso revelar su nombre, la cadena CNN dijo que Pompeo tomaría la medida «en los próximos días».
El New York Times informó por primera vez que el Departamento de Estado había elaborado una propuesta en ese sentido, pero señaló que no estaba claro si Pompeo la aprobaría.
«Denuncio las maniobras del Secretario de Estado Pompeo para incluir a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo para complacer a la minoría anticubana en Florida«, escribió en Twitter el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
«Estados Unidos otorga refugio e impunidad a los grupos terroristas que actúan contra Cuba desde su territorio», indicó, en una referencia habitual a los activistas anticomunistas cubanoestadounidenses.
La discusión se produce antes del 60 aniversario, el 3 de enero, de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la isla tras la revolución cubana encabezada por Fidel Castro.
Bajo la administración del expresidente Barack Obama, Estados Unidos reconoció el fracaso de la política de aislar a La Habana, estableció relaciones diplomáticas y eliminó a Cuba de la lista de estados terroristas en 2015.
Joe Biden, que fue vicepresidente de Obama, no ha brindado detalles sobre su futura política hacia Cuba, pero ha indicado que volvería a relajar las restricciones a los estadounidenses que viajan a la isla y el envío de remesas, mientras sigue planteando preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos.
Biden podría sacar nuevamente a Cuba de la lista negra, pero su Secretaría de Estado tendría que emprender una revisión formal que declare que el país no ha estado involucrado en actos de terrorismo durante los últimos seis meses.
No está claro por qué motivos Pompeo incluiría a Cuba en la lista, pero antes de Obama Estados Unidos acusaba a La Habana de apoyar a los movimientos de izquierda en el hemisferio occidental.
Según analistas políticos, su dura postura hacia Cuba y su aliado Venezuela le valió al presidente saliente Donald Trump ganar el crucial estado de Florida en las elecciones del mes pasado.
Solo tres naciones permanecen en la lista negra estadounidense, Irán, Corea del Norte y Siria, después de que Trump eliminara a Sudán el mes pasado.
La inclusión de un país en esa lista le acarrea sanciones que ahuyentan a numerosos inversores que no quieren correr el riesgo de sufrir represalias de parte de la economía más grande del mundo.