
El cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu, previamente condenado por delitos financieros por el Vaticano, ha anunciado su decisión de no participar en el cónclave secreto para elegir al nuevo Papa.
Roma.
La elección del próximo líder de la Iglesia Católica ha tomado un giro significativo con la renuncia del cardenal Giovanni Angelo Becciu a participar en el cónclave. Becciu, otrora una de las figuras más poderosas del Vaticano, fue hallado culpable de delitos financieros en un juicio llevado a cabo por la Santa Sede.
En 2020, el Papa Francisco le había ordenado renunciar a sus «derechos y privilegios» como cardenal tras verse envuelto en un importante escándalo financiero vaticano.
Tras la muerte del Papa la semana pasada, Becciu había insinuado su deseo de participar en el cónclave, pero este martes emitió un comunicado anunciando su retirada.
«He decidido obedecer, como siempre lo he hecho, la voluntad del papa Francisco de no entrar en el Cónclave, manteniendo mi convicción de mi inocencia», declaró el cardenal.
La decisión de Becciu, un cardenal con un pasado reciente marcado por la condena financiera, plantea interrogantes sobre la transparencia y la integridad del proceso de elección del nuevo Papa.
Su ausencia, aunque reduce el número de electores, podría simplificar las dinámicas internas del colegio cardenalicio al eliminar una figura potencialmente divisiva.
El cónclave, que reunirá a los cardenales menores de 80 años, se llevará a cabo en el Vaticano para elegir al sucesor de Francisco a través de votaciones secretas.
La atención se centra ahora en los cardenales restantes y en cómo la ausencia de Becciu podría influir en las negociaciones y los resultados de la elección.