Cruzeiro llegó complicado a la última fecha de la Serie A de Brasil en la que Flamengo se coronó campeón. El equipo de Belo Horizonte tenía que derrotar a Palmeiras y esperar que Botafogo cumpliera sus deberes frente a Ceará, siendo este el único equipo al que podía superar en puntos para evitar la caída a la segunda división del fútbol de su país por primera vez en su historia.
Sin embargo, la suerte parecía echada y el club de Minas Gerais no pudo con Palmeiras, mientras que Botafogo tampoco sacó ventajas sobre Ceará, por lo que Cruzeiro, dos veces campeón de la Libertadores, jugará en 2020 en la Segunda División del fútbol brasileño, cuya Liga terminó este domingo con una humillación al flamante campeón, Flamengo, que cayó por 4-0 ante el Santos del argentino Jorge Sampaoli.
Con el Flamengo consagrado como campeón del Brasileirao con cuatro jornadas de anticipación y todos los cupos de la Libertadores ya decididos, la atención en la última jornada estaba centrada en la suerte del Cruzeiro, al que todo le salió al revés.
El club azul de Belo Horizonte era uno de los cuatro clubes de Brasil, junto a Flamengo, Santos y Sao Paulo, que nunca habían caído a la Segunda División, pero los resultados y las necesidades con las que llegó a la última jornada, le impidieron continuar con este buen registro, al no poder superar al mencionado Palmeiras, con el que cayó por 0-2 en condición de local y no recibir la buena noticia por parte de Botafogo, que empató 1-1 con el mencionado Ceará.
Debido a la posibilidad de que se generaran incidentes, la Justicia determinó que se jugara sólo con público del Cruzeiro. Esto viene a colación de que las barras de Palmeiras y Atlético Mineiro (el clásico de Cruzeiro) son amigas, por lo que no se vendieron entradas para los visitantes. Pese a ello, se generaron algunos incidentes y los jugadores descendidos debieron salir rápidamente del campo de juego.
Fuente: EFE/Antena 2
Foto: @BocaJrsOficial