El coleo es hoy una actividad que es permitida y no es penalizada como maltratado animal.
En 5 de los 7 departamentos de la Orinoquia se celebran corridas de coleo de manera permanente, razón por la que la proposición presentada a la cámara activó las alertas sobre la suerte de esta actividad en los Llanos Orientales.
El coleo es la destreza para derribar la res que parte en veloz carrera cuando le abren la puerta de la manga y correteada por un individuo que la persigue en un caballo.
Se califica la caída de costado, la vuelta de campana, la vuelta de campanilla y el remolino.
Según Julio Eduardo Santos, el coleo es el que menos cuestionamientos tiene, porque no lleva la crueldad que le endilgan a las corridas de toros o riñas de gallos, pero por estar en el mismo artículo de la Ley 84 (expedida 11 años antes de que el coleo fuera deporte), sigue en duda.
De prohibir el coleo, la región sufriría un fuerte impacto negativo en los campos económico y deportivo.