Más de 7 mil mujeres en el país no se han atrevido a realizar las reclamación por la afectación en su salud.
Nuevas pruebas confirmarían los daños en las mujeres que se pusieron las prótesis mamarias Poly Implant Prothése (PIP), las cuales resultaron defectuosas y fueron retiradas del mercado a nivel internacional.
La abogada Nathalie Lozano manifestó que estas evidencias ya fueron presentadas ante las autoridades francesas, dentro del proceso que llevan a nivel internacional con todas las demandantes colombianas.
“Nosotros lo que encontramos es que durante años se había pensado en este caso que la empresa TÜV Rheinland simplemente no había visto algunas fallas, pero lo que hallamos en el momento de revisar los más de 15 folios es que ellos sí vieron que había unas fallas grandes, incluyendo deficiencias del sistema de esterilización de las prótesis», destacó.
Lozano señaló que, además, faltó control en algunas instalaciones en las que se fabricaban los implantes, no hubo atención a las quejas que presentaban las usuarias de las prótesis e hubo inexistencia de control sobre la compra de insumos.
Según la representante de la firma colombiana de abogados Lozano Blanco & Asociados, en Colombia se calcula que 15 mil mujeres se realizaron este procedimiento estético.
“Nosotros representamos a cerca de siete mil colombianas en diferentes ciudades del país que decidieron denunciar a la empresa multinacional TÜV Rheinland, de origen alemán que, de manera negligente, certificó la calidad de las prótesis PIP permitiendo su comercialización a nivel mundial, generando graves daños fisicos y psicologicos”, manifestó.
La abogada confirmó que en el país todavía existen más de 7 mil colombianas con estos implantes que todavía no han denunciado y que muchas tienen en su cuerpo exponiéndose a delicados problemas en el cuerpo.
“Han pasado diez años desde que se presentó la alerta sanitaria y muchas mujeres a las que representamos no han podido retirar sus prótesis; y mucho menos reemplazarlas por lo que están viendo como su salud se ha visto afectadas por el paso del tiempo”, dijo.
La entidad llamó la atención de las mujeres en Colombia para que se unan a esta gran denuncia internacional con el propósito de que puedan ser indemnizadas para ello solo tiene un año más teniendo en cuenta que se vence la prescripción de los diez años para adelantar estos procesos jurídicos de reclamación.
La especialista destacó que en el mundo se estima que 500 mil mujeres utilizaron estos implantes y sólo 24 mil se han hecho parte de las demandas ante los tribunales franceses.
“La cantidad de víctimas, el carácter mundial del escándalo, los graves riesgos sanitarios relacionados, el valor total de las compensaciones por daños que podrían lograrse que superarían los 7.500 millones de euros y su relevancia para el sistema de calidad europeo, permiten decir que esta se trata de la demanda más grande del mundo en materia de dispositivos médicos”, subrayó.
La abogada señaló que todo empezó en 2010 cuando la autoridad sanitaria francesa prohibió la comercialización de los implantes PIP y recomendó su retiro del cuerpo de sus usuarias.
Las señales de alarma eran globales y la alerta sacudió a fabricantes de dispositivos médicos, la comunidad médica y a las usuarias de las prótesis.
Hoy la incertidumbre sobre los efectos negativos de las prótesis se mantiene pues no se han determinado con contundencia cuáles son sus efectos sobre la salud. Sumado a esto, por desconocimiento o falta de recursos, miles de mujeres aún continúan siendo portadoras estas prótesis y sufriendo los daños emocionales y físicos que representan.