En la jornada de este miércoles se presentaron fuertes enfrentamientos con los agentes antidisturbios.
Al menos 20 heridos dejaron los violentos choques entre oficialistas y opositores en la ciudad de Cochabamba, centro de Bolivia, en nuevas protestas tras la cuestionada reelección del presidente, Evo Morales, aseguró la Defensoría del Pueblo.
«Tenemos 20 personas heridas, muchas de ellas casi letales», dijo la defensora, Nadia Cruz, quien agregó que «se llegó a uno de los picos más altos de violencia» en esa ciudad.
Ambos bandos se pelearon con piedras, palos y petardos, e incluso unos estudiantes lanzaron cohetes con bazucas artesanales.
Como efecto de los conflictos, la Alcaldía del poblado vecino de Vinto, en manos del partido gobernante MAS, fue quemada. Su alcaldesa, Patricia Arce, fue acusada por una turba de vecinos de promover la violencia, trasladando campesinos progobierno, por lo que fue maltradada y humillada públicamente.
Una turba le cortó el cabello, la embadurnó con pintura roja y la obligó a caminar descalza por varios cuadras del poblado, mientras la gente le gritaba «¡asesina, asesina!». La Policía logró rescatarla horas después.
En Cochabamba, los sindicatos de campesinos, principalmente de mujeres, comenzaron temprano una marcha para restablecer la circulación de vehículos en vías bloqueadas desde hace días por opositores.
«Evo, amigo, el pueblo está contigo» y «Evo no estás solo, carajo», coreaban los manifestantes oficialistas, que luego chocaron contra universitarios opositores en la Plaza Bush y en otras zonas de Cochabamba.
También había protestas en las ciudades de Santa Cruz, Sucre, Tarija y Potosí en contra de la reelección de Morales, en el poder desde 2006.
En casi todas estas ciudades los opositores obligaron a cerrar las oficinas estatales, así como de empresas públicas, entre ellas la de telecomunicaciones Entel, la petrolera YPFB y la aerolínea BOA.
Los opositores inicialmente rechazaban los resultados de la votación del 20 de octubre, que dieron a Morales la reelección en primera vuelta, pero ahora demandan nuevos comicios y la renuncia del Presidente y de todas las autoridades electorales.
En La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, los funcionarios del Servicio de Impuestos rompieron por la fuerza el cerco de opositores y comenzaron a atender normalmente.
La Agencia Nacional de Hidrocarburos advirtió sobre un posible desabastecimiento de gasolina de persistir los bloqueos en las calles.
«Se imposibilita el abastecimiento de las estaciones de servicio y la posterior venta al consumidor final», dijo la entidad en un comunicado.
Fuente y foto: AFP