Un hombre murió en una manifestación registrada el lunes en el humilde barrio Güinera, en la periferia de La Habana, después de que estallaran protestas en unas cuarenta ciudades de Cuba, informó este martes el Ministerio del Interior.
La dependencia «lamenta el fallecimiento de esta persona», según una nota publicada por la oficial Agencia Cubana de Noticias, que precisó que el fallecimiento ocurrió cuando Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años, participaba en los «disturbios».
Entre tanto, el canciller cubano, Bruno Rodríguez negó que las protestas en la isla sean un «estallido social» que ya dejan un muerto y más de un centenar de detenidos.
«El 11 de julio no hubo en Cuba un estallido social, no lo hubo por la voluntad de nuestro pueblo y el apoyo de nuestro pueblo a la revolución y a su gobierno», afirmó Rodríguez en una conferencia de prensa, en la que culpó a Washington de instigar esas protestas.
Además del joven fallecido, varios ciudadanos fueron detenidos y otros sufrieron lesiones. El Movimiento San Isidro (MSI), un grupo de intelectuales y universitarios que reclaman libertad de expresión y creación, hablan de 114 personas que habrían sido detenidas o no estaban localizadas aun este martes.
Según la versión de la Agencia Cubana de Noticias, los manifestantes del barrio donde murió Tejeda «alteraron el orden e intentaron dirigirse hacia la Estación de la Policía Nacional Revolucionaria del territorio, con el objetivo de agredir a sus efectivos y dañar la instalación».
En las últimas horas, los obispos católicos llamaron al «entendimiento» entre el gobierno y los protagonistas de las numerosas protestas, pidiendo que se eviten el enfrentamiento y la violencia.
«Nos enseña el Papa Francisco y, a su vez, las experiencias vividas, que las crisis no se superan con el enfrentamiento sino procurando un entendimiento«, dicen los prelados en un comunicado fechado el lunes, pero publicado este martes en el sitio de la Conferencia Episcopal.
Reconocen que el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel «ha tratado de tomar medidas para paliar las referidas dificultades, pero también comprendemos que el pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades, anhelos y esperanzas».